VALENCIA 14 JUN. (AVAN-AUDIO).- Cáritas Diocesana de Valencia ha expresado hoy su preocupación por la “lenta recuperación y cronificación” de la situación de las personas que atiende, que en 2016 fueron un total de 60.068, “aunque los indicadores macroeconómicos de pobreza y exclusión en la Comunitat Valenciana mejoran respecto a 2015”, según el director de la entidad, Ignacio Grande.

Cáritas Diocesana de Valencia ha presentado hoy su memoria anual con motivo del “Día de la Caridad” que se celebrará este domingo coincidiendo con la solemnidad del Corpus Christi.

Así, según el lema la campaña institucional, “Llamados a ser comunidad”, el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Arturo Ros, ha invitado a “vivir esa comunión porque así somos más fuertes y tenemos más capacidad para responder a tantas urgencias y necesidades como las que vemos hoy, cuando sigue habiendo mucha hambre, y no sólo física, y nosotros, como Cáritas, tenemos que responder a esos retos”.

Los niveles de exclusión “siguen siendo muy elevados”, según Grande, que ha subrayado que la Comunitat “se encuentra por encima de la media estatal en todos los indicadores de pobreza y exclusión y, aunque podamos pensar que las cosas van bien, no es así, porque hay cronificación y situaciones de vulnerabilidad graves e incluso peores a 2008, antes de la crisis”.

Igualmente, el director de Cáritas Diocesana de Valencia ha denunciado la precariedad e inestabilidad laboral, que conlleva “la aparición del fenómeno de los trabajadores pobres, ya que su trabajo no les garantiza poder salir de la exclusión”, y ha instado a “repensar los sistemas de protección social porque no son suficientes”.

Se mantiene la tendencia desde 2011: más de la mitad son españoles

En 2016 el número de personas beneficiarias de la ayuda de Cáritas se redujo un 16 por ciento respecto al año anterior, un descenso que se debe, entre otros factores, precisamente a esa “cronificación de las personas atendidas que quedan atrapadas en situaciones de exclusión por lo que, año tras año, las familias atendidas son las mismas”, ha apuntado la secretaria general de la entidad, Fani Raga.

El perfil de las personas beneficiarias de la ayuda de Cáritas “sigue la tendencia que comenzó en 2011 respecto a la procedencia, ya que el 56 por ciento son españoles, la mayoría parejas jóvenes, mujeres solas con hijos y personas solas”.

Desde Cáritas Diocesana han destacado que los proyectos y programas de la entidad tienen como finalidad “acompañar a las personas en la defensa de sus derechos”. Así, según el balance, en 2016 se alojaron en las 51 viviendas que tutela 241 personas migrantes, refugiadas y personas sin hogar; un total de 1.850 personas lograron una inserción laboral y 761 asistieron a cursos de formación; cerca de 10.000 familias se beneficiaron de los 53 economatos; y 557 adultos y 797 menores participaron en los 38 proyectos promocionales para la familia y la infancia.

6.146 voluntarios que regalan su tiempo “y su calidez”

El pasado año Cáritas Diocesana de Valencia contó con la tarea desinteresada de 6.146 personas voluntarias, mil más que en 2014 y más de la mitad en edad laboral. Respecto a los voluntarios y su labor social, el delegado episcopal de Acción Caritativa y Social, José María Taberner, presente en la rueda de prensa, ha valorado “la calidez que ponen en la labor que realizan desde las parroquias, tan cercanas a la pobreza”.

Además, en 2016 la entidad invirtió un total de 4.984 956 euros en distintos programas, de los que el 40 por ciento fue destinado a la acción social -la mayoría a cubrir necesidades básicas y ayudas para viviendas- y el 36 por ciento, a las Cáritas parroquiales, sin olvidar las campañas de emergencia, entre las que destaca de Ecuador, con 576.194 euros, por el terremoto. Igualmente, 8 de cada diez euros de los recursos con los que cuenta la entidad proceden de fondos propios, y el resto de subvenciones públicas y privadas.

Por último, Ignacio Grande, en nombre de Cáritas Diocesana de Valencia, ha concluido el balance proponiendo “la creación de un nuevo modelo de sociedad más solidaria y fraterna” a partir de cuatro propuestas: “reformar entre todos el modelo socioeconómico y crear uno que ponga en el centro a la persona y garantice el ejercicio de sus derechos, tal como reclama el papa Francisco; generar un empleo digno que dé estabilidad; instar a la Administración a que dote con presupuestos las nuevas iniciativas legislativas aprobadas; y animar al compromiso de cada ciudadano y de la comunidad cristiana para que posibilite el cambio social”.

(Fotografías: Víctor Gutiérrez)
(Vídeo: Servicio Audiovisual Diocesano)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=15581&pagina=1

Por Prensa