VALENCIA, 11 Julio.- El abogado y político Adolfo Suárez Illana ha catalogado en la conferencia de uno de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia (UCV) de aberrante la Ley de Memoria Histórica puesto que lo único que pretende es remarcar que hay alguien que tiene una superioridad moral para reclamar cuentas.
Suárez Illana, que es el responsable de la escuela de formación para la vida pública y política de la Cátedra Tomás Moro de la UCV, ha impartido una ponencia sobre la Transición española, que nos ha enseñado que no se trata de estar de acuerdo en todo sino en lo fundamental, que es una sola cosa: la voluntad profunda de convivir en libertad.
El ponente, que llegó a ser candidato a la presidencia de Castilla la Mancha y que ejerce como portavoz público de su familia, ha afirmado también que en política es una estupidez supina renunciar a lo que ya han descubierto para poder desde ahí seguir construyendo. No es inteligente renunciar a todo lo que se ha hecho y empezar desde de cero.
En este sentido, ha reivindicado la Constitución Española de 1978, que ha facilitado los instrumentos de una moderna monarquía parlamentaria. Su aprobación supuso dos años de vértigo y dificultades pero los problemas se abordaron desde la necesidad de su resolución y no desde las exigencias personales. Así, ha aplaudido las imperfecciones y lagunas de la única constitución que nos ha traído 40 años de paz y prosperidad compartida.
El perdón, el abrazo, que se dan en la Transición las dos Españas no está fundamentado en el olvido ni el desprecio; se lo dan quienes mataron y murieron en el recuerdo de lo que hicieron porque no querían ni volver a matar ni a morir. Ésta es la esencia de la Transición y el único consenso necesario que tenemos que mantener, ha concluido el político.
Suárez Illana ha sido presentado por el cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares, gran canciller de la UCV.
Elvira Roca: «los nacionalismos se han envuelto en la leyenda negra para que España parezca la representación del horror
La escritora e historiadora Elvira Roca, autora del libro Imperiofobia y leyenda negra, además de profesora y colaboradora del CSIC y la Universidad de Harvard, ha asegurado en el Curso de Verano de historia y cultura española que los nacionalismos se han envuelto siempre en la leyenda negra, centrada en la Inquisición y la conquista de América.
Si uno quiere la destrucción de España se apoya en los argumentos tradicionales que dicen que este país ha sido la representación máxima del horror, por lo que su destino más moral posible es su destrucción. Lo que, por supuesto, es absolutamente falso, ha expuesto.
Roca ha advertido de que esa voluntad disgregadora no es solo nacionalista: La gestión del rencor se hace tanto en horizontal como en vertical, de manera territorial o social. Por ejemplo, Podemos encuentra también parte de su argumentación en la leyenda negra, como se vio cuando se negaron a celebrar la fiesta del 12 de Octubre. Necesita crear un enemigo que sea lo más atroz posible para justificar la propia existencia.
Evidentemente, se derribaron muchos regímenes con la llegada de los españoles; pero el que ellos trajeron a América era mucho mejor que los que había antes. España ofreció un sistema político y social mucho más benigno que los impuestos por las etnias dominantes en los distintos territorios ¿Por qué si no hubo tantos siglos de lealtad de los indígenas al imperio español?, ha aducido.
En ese sentido, Roca ha recordado el momento de las independencias en el siglo XIX, en las que los criollos se rebelaron contra el imperio español, pero no así los indígenas, que estuvieron siempre del lado de las monarquías católicas. (AVAN)
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