Desde el 13 de mayo de 1917 la Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso libro titulado «Memorias de Lucía» (cuya lectura recomendamos) la que vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.
El 13 de mayo se produjo el siguiente diálogo: – ¿De dónde es su merced? – Mi patria es el cielo.
- ¿Y qué desea de nosotros? – Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.
- ¿Y nosotros también iremos al cielo? – Lucía y Jacinta sí.
- ¿Y Francisco?
Los ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con expresión de bondad y de maternal reproche mientras va diciendo: – El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios. Y la Sma. Virgen continuó diciéndoles:
- ¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?
- Sí, Señora, queremos y aceptamos.
Con un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:
- Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.
Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.
La Sma. Virgen le dice a los tres niños: «Es necesario que recen el rosario y aprendan a leer».
Lucía le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: «Que se convierta y el año entrante recuperará la salud».
Lucía le suplica: «Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?».
- Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por el Inmaculado Corazón de Maríamundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
- ¿Y voy a quedarme solita en este mundo?
- ¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.
Tercera aparición: 13 de julio de 1917.
Ya hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: «Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores’». La Virgen abrió sus manos y un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía dio un grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como pidiendo socorro y Ella les dijo:
- ¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará.
Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: «Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia».
Cuarta aparición: Agosto 1917.
Cuarta aparición. Esta no ue posible el 13 de agosto, porque ese día el alcalde tenía prisioneros a los 3 niños intentándo acerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen. Aunque el alcalede no logró su propósito, la aparición sucedió unos días después.
La Sma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: «Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas». (El Papa Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y exclamaba: «Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).
Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el Rosario.
Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917. Ya hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.
Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917.
En este día hay 70.000 personas. La aparición dice a los tres niños: «Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario».
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade: «Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus pecados».
Y tomando un aire de tristeza la Sma. Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones: QUE NO OFENDAN MÁS A DIOS QUE YA ESTÁ MUY OFENDIDO (Lucía afirma que de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le impresionó).
La Sma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y entonces los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un espectáculo maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había llovido desde el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol apareció como un inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a gran velocidad, esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes, azules y moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los árboles, las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De pronto el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces tan bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud ve algo que la llena de terror y espanto.
Ven que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos ellos y a carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las gargantas. «Perdón, Señor, perdón», fue un acto de contricción dicho por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque era un milagro absolutamente sobrenatural.
Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones.
Y nosotros queremos recordar y obedecer los mensajes de la Sma. Virgen en Fátima: «Rezar el Rosario. Hacer oración y sacrificios por la conversión de los pecadores y NO ofender más a Dios, que ya esta muy ofendido».
Apariciones del Ángel de La Paz
Un tiempo antes de la manifestación de Nuestra Señora de Fátima, los niños Videntes, tuvieron tres apariciones de un Angel. La primera tuvo lugar en la primavera de 1916 en la cueva «Loca de Cabeco».
El Angel les dijo: » No teman. Soy el Angel de la Paz. Recen conmigo.»
Luego se arrodillo en la tierra, se inclino y dijo : «Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen , que no te adoran y no te aman.»
Lo repitió tres veces, se levanto y le dijo a los pequeños «Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas.» Luego desapareció.
En la segunda aparición, entre otras cosas, el Angel les dijo: «Yo soy el Angel de su guardia, el Angel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe».
En la tercer aparición: El Angel nuevamente se apareció en la cueva Loca de Cabeco, llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres veces esta oración:
«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le pido la conversión de los pobres pecadores.»
Después le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco para que lo bebieran. Volvió a repetir la oración y se marcho.
Apariciones de la Santísima Virgen
Ocurrieron entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Primera Aparición:
Aconteció el 13 de mayo, los tres niños se encontraban en la Cova de Iría, cuando vieron un luz como si fuera un relámpago, entonces creyendo que era una tormenta, intentaron marcharse, pero nuevamente otro rayo de luz los detuvo, de repente por encima de un arbusto apareció Nuestra Señora vestida de blanco, brillaba como el sol, en su mano derecha llevaba un Rosario. La Virgen les hablo así:
«No tengan miedo. No les haré daño.»
Lucia pregunto: – ¿De dónde es su merced?
La Virgen María respondió: – Mi lugar es el cielo.
Y el diálogo siguió, más o menos de esta manera: – ¿Y qué desea de nosotros?
- Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes al mediodía. En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.
Lucía le preguntó:
- ¿Nosotros también iremos al cielo?
- Jacinta y tu, sí.
- ¿Y Francisco?, preguntó Lucía.
- El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios.
Y la Señora continuó diciéndoles: – ¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?
- Sí, Señora, queremos. Respondieron los pastorcitos.
La Santísima Virgen les dijo: – Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.
Pasados unos minutos Nuestra Señora agregó: -«Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra».
Luego se elevó y desapareció.
Virgen de Fatima Segunda Aparición: Tuvo lugar el 13 de Junio de 1917, en ella Nuestra Señora les pidió a los niños que recen el rosario y aprendan a leer.
Después Lucía le preguntó: ¿Quiere llevarnos a los tres al cielo?
Nuestra Señora le responde: – Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
Lucía entonces le dice: – ¿Y voy a quedarme sólita en este mundo?
La santísima Virgen le responde: – ¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.
Tercera Aparición:
Ocurrió el 13 de julio de 1917, en esta aparición, ya se encuentran 4000 personas contemplando a los niños. Nuestra Señora les habló a los videntes así:
«Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores’ «.
Luego tuvieron la visión del Infierno, que Lucía en su libro «Memorias» nos relata así:
«Ella abrió sus manos una vez más, como lo había hecho los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra y vimos, por decirlo así, un vasto mar de fuego. Sumergidos en este fuego, vimos a los demonios y a las almas de los condenados. Estas últimas eran como rescoldos transparentes y ardientes, todos ennegrecidos o bruñidos en bronce, que tenían forma humana. Flotaban en aquella conflagración, que a veces se elevaba en el aire por las llamas que ellas mismas emitían, junto con grandes nubes de humo. Retrocedían después hacia todos lados como chispas en incendios inmensos, sin peso o equilibrio, entre alaridos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo (debió haber sido este espectáculo lo que me hizo gritar, como dice la gente que nos escuchó). Los demonios se distinguían de las almas de los condenados, por su aterrador y repugnante parecido con espantosos y desconocidos animales, negros y transparentes como brasas ardientes. Esa visión duró sólo un momento, gracias a nuestra bondadosa Madre Celestial, Quien en la primera aparición había prometido llevarnos al Cielo. Sin esto, creo que hubiéramos muerto de terror y miedo.»
Después de este suceso, los niños Videntes estaban asustados y Nuestra Señora, les habló con bondad y tristeza:
«¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará.
El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre… (Luego de estas palabras la Virgen María les cuenta a los niños la tercera parte del secreto o (tercer secreto), que Lucía escribió entre el 22 de Diciembre de 1943 y el 9 de Enero 1944). Después la Virgen dijo: ‘Esto no lo digas a nadie. A Francisco si podéis decírselo’.»
Y agregó: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: «Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, libranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia».
Cuarta Aparición:
Esta ocurrió el domingo 19 de Agosto, porque el 13 de agosto, el administrador del Consejo del lugar, apresó a los tres niños para tratar de hacerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen, los asusto, los encerró en el calabozo, donde los pequeños colgaron en la pared una medalla que tenia Jacinta y rezaron el rosario junto a los presos, hasta que finalmente tuvo que liberarlos. Unos días después la Virgen apareció en un lugar llamado Valinhos (a 400 metros de Aljustrel), y entre otras cosas les dijo: «Deseo que sigan yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigan rezando el rosario todos los días y les prometio que haría en el último mes un milagro para que todos creyesen.»
Quinta Aparición:
Sucedió el 13 de Septiembre 1917. Nuestra Señora les dice nuevamente a los niños que sigan rezando el Rosario para que finalice la guerra y les expresa:
«En octubre haré un milagro para que todos crean, Curaré a algunos enfermos, pero no a todos.»
Sexta Aparición:
«El milagro del cielo de Fátima o el milagro del Sol.»
La última aparición ocurrió el 13 de octubre de 1917, en la Cova de Iría, donde se encontraban 70.000 personas, llovía torrencialmente y los pequeños fueron al lugar, donde la Virgen se manifestó y les dijo:
«Yo soy la Señora del Rosario, continúen rezando el Rosario todos los días, la guerra se acabará pronto.»
Luego se produce el milagro del sol, la Virgen elevó sus brazos al cielo y la lluvia se detuvo, el sol giró tres veces sobre si mismo, emitiendo luces de variados colores. Los niños y los testigos del suceso vieron como si el sol se desprendiera del firmamento y fuese a caer sobre ellos. Muchos gritaban de miedo, los niños Videntes en esos momentos tuvieron visiones al lado del sol, vieron a San José con el Niño, a Nuestra Señora de los Dolores y a Nuestra Señora del Carmen. Luego de diez minutos el sol volvió a su lugar y los miles de peregrinos que tenían sus ropas mojadas por tanta lluvia, quedaron con sus ropas completamente secas.
Este suceso es considerado como el acontecimiento sobrenatural más grande del siglo XX. La Iglesia Católica ha aprobado oficialmente al Mensaje de Fátima como «digno de ser creído» desde 1930.
Un observador de los hechos el Doctor Garrett, profesor de la Facultad de Ciencias de Coimbra, Portugal, relato lo sucedido así:
«El cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la lluvia paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el campo que la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de las apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara, y mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba entonces clara e intensamente. De repente escuché el clamor de miles de voces, y vi a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies … darle la espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. Durante ese tiempo, el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento vertiginoso, pero no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino …».
El Secreto de Fátima
Nuestra Señora de FatimaEn la tercera aparición la Santísima Virgen les contó un secreto a los Videntes, éste esta dividido en tres partes, las dos primera han sido públicamente reveladas en el libro «Memorias de Lucía» en la década de 1940. Y son: La Visión del infierno, el anunció de una futura guerra, la petición de la Santísima Virgen sobre la Consagración de Rusia, como condición para la paz mundial y la práctica de la comunión de los primeros sábados.
La Tercera parte o Tercer Secreto: Se hizo público el 13 de mayo del 2000.
Lucía Dos Santos
Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 22 de marzo de 1907, hija de Antonio y María Rosa Dos Santos. Prima de Francisco y Jacinta. Desde la primera aparición de la Virgen tuvo que soportar muchos sufrimientos, porque era criticada y se dudaba de ella. Los sacerdotes de la parroquia de Fátima insinuaron que ella podría ser un «pequeño instrumento del demonio». Por todo esto la niña sentía mucho temor en regresar al lugar de las apariciones, pero pudo vencerlo ante el pedido de sus primos y regresó a la Cova de Iría, como la Santísima Virgen se lo había solicitado. Uno de sus mayores dolores fue cuando a Virgen le dijo que se llevaría muy pronto al Cielo a Francisco y a Jacinta y le expresó que ella permanecería en la tierra, para difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María.
En 1921, Lucía fue enviada al convento de las Hermanas Doroteas de Villar en Oporto, por decisión del Obispo de Leiria, tenia entonces 14 años. En 1928, se convirtió en religiosa y en 1946, ingresó al convento de las Hermanas Carmelitas de Coimbra, Portugal. Tomo el nombre de María Lucía del Inmaculado Corazón, pero es más conocida como la Hermana Lucía. La Santísima Virgen María se manifestó a Lucía cuando ella era postulante, y le reveló la promesa de los Cinco Primeros Sábados, cinco años después, en Junio del 1929, tuvo la visión de la Trinidad, con la petición de la consagración de Rusia.
Videntes de FatimaNació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de junio de 1908, era hijo de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermano de Jacinta y primo de Lucía.
Cuando ocurrieron los acontecimientos de Fátima, éste pequeño tenía nueve años.
Durante de la primera aparición, Lucía preguntó si Francisco iría al Cielo, y la Señora contesto: «Sí, va a ir al Cielo, pero tendrá que rezar muchas veces el Rosario.»
Después de las apariciones Francisco mostraba poco interés en ir a la escuela, frecuentemente les decía a Lucía y a Jacinta al momento de aproximarse al colegio: «Sigan, que yo voy a ir a la iglesia a hacerle compañía al Jesús escondido» (ésta expresión se refiere al Santo Sacramento).
A fines de 1918, Francisco y su hermanita, enfermaron gravemente por una epidemia de bronconeumonía y el 4 de abril de 1919, el niño falleció. Lucía escribió en su libro «Memorias… » al narrar sobre su primo: «Voló al Cielo en los brazos de Nuestra Madre Celestial.»
También nació en Aljustrel, a casi un kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de marzo de 1910. Era hija de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermana de Francisco y prima de Lucía.
Cuando ocurrieron los sucesos de Fátima, tenía siete años, era la menor de los tres niños. Jacinta después de haber tenido la visión del infierno, se ofreció completamente a la salvación de las almas.
Poco tiempo después de las apariciones enfermo, primero junto su hermano en la epidemia de bronconeumonía, después se le declaró una pleuresía purulenta, luego de dos meses de internación la llevaron nuevamente a su hogar, pero los médicos encontraron que tenia una inflamación abierta y ulcerosa en el pecho. Más tarde le diagnosticaron tuberculosis. Fue internada en el hospital de Lisboa en donde la Santísima Virgen se le apareció en varias oportunidades. Jacinta en su agonía ofrecía sus sufrimientos por los pecadores. Falleció en la noche del 20 de febrero de 1920.
Francisco y Jacinta Martos estuvieron enterrados en el cementerio municipal de Fátima, hasta que los trasladaron a la Basílica de Nuestra Señora a principios de la década de 1950.
Los Cinco Primeros Sábados
El 10 de diciembre de 1925, Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en España, cuando de repente tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño Jesús.
Nuestra Señora le habló así:
«Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tu, al menos, procura consolarme y di que a todos que durante cinco meses en el primer sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, reciten el Rosario y hágame compañía durante 15 minutos, al mismo tiempo mediten sobre los quince misterios del Rosario, con un espíritu de expiación, que Yo les prometo asistirlos a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas.»
Párrafo de una carta que escribió la Hermana Lucía en 1927, acerca de la devoción expiatoria de los cinco sábados al Corazón Inmaculado de María:
«La devoción consiste en esto: Durante cinco meses, el Primer Sábado, recibir a Jesús en la Comunión, recitar el Rosario, hacerle compañía a Nuestra Señora durante quince minutos mientras se medita sobre los misterios del Rosario y confesarse. La confesión puede hacerse unos días antes, y si en esta confesión previa usted ha olvidado la intención (obligatoria), se puede ofrecer la siguiente intención, siempre y cuando uno reciba la Santa Comunión en estado de gracia el primer Sábado, con el propósito de expiar las ofensas contra la Santísima Virgen y que afligen Su Inmaculado Corazón.»
La Visión de la Trinidad
El 13 de Junio de 1929, en Tuy, España, Lucía tuvo una visión que representaba a la Santísima Trinidad.
La Hermana Lucía habló así acerca de lo sucedido: «…entendí que era el Misterio de la Santa Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar».
En ese instante Nuestra Señora le dijo: «el momento ha llegado para que Dios le pida al Santo Padre que lleve a cabo, en unión de todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. De esta manera, El promete salvar a Rusia.»
La Basílica
Fue iniciada en 1928 y consagrada el 7 de Octubre de 1953. Tiene quince altares que corresponden a las quince decenas del Rosario en honor de Nuestra Señora, quien en ese lugar declaró:
«Yo soy la Señora del Rosario». EL edificio está construido de piedra caliza sólida, y tiene una torre de 65 metros. Las tumbas de Francisco y Jacinta, están ubicadas detrás del Altar Mayor. El cuadro del altar mayor simboliza el mensaje de Nuestra Señora a los niños, preparados por el Angel de Portugal, por medio del encuentro con Jesús en la Eucaristía. Los vitrales representan escenas de las apariciones y algunas invocaciones de la Letanía de la Virgen. El órgano, fue instalado en 1952, tiene cerca de 12 mil tubos.
En la entrada del Santuario, por la parte sur de la Rectoría, se encuentra, un monumento inaugurado el 13 de agosto de 1994, que contiene una porción del Muro de Berlín, demolido a partir del 9 de Noviembre de 1989.
La Capilla
Fue el primero edificio construido en Cova de Iría, y es precisamente el lugar de las apariciones de Nuestra Señora. Hay una columna de mármol sobre la cual está colocada la Imagen de Virgen.
Está compuesto por 15 capillitas, catorce recordando la Pasión del Señor y una décima quinta por su Resurrección. El VíaCrucis comienza en la rotonda de Santa Teresa y recorre parte del camino entre Aljutrel y el lugar de las apariciones en Cova de Iría.
Por debajo del Calvario hay una Capilla dedicada a San Esteban. Las primeras 14 estaciones, fueron inauguradas el 12 de Mayo de 1964, la 15ª, el 13 de octubre de 1992.
Monumento del Sagrado Corazón de Jesús: Se eleva en el centro de la plaza y sobre un pozo, cuya agua ha sido el medio de muchas gracias.
Fechas importantes después del milagro de Fátima:
28 de abril de 1919: Comienza la Construcción de la Capillita.
13 de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar la Santa Misa.
3 de mayo de 1922: El Obispo de Leiría, manda instaurar el proceso canónico, sobre los acontecimientos de Fátima.
10 de diciembre de 1925: Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en España, cuando tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño Jesús.
13 de Junio de 1929, Tuy, España: Lucía tuvo una visión que representaba a la Santísima Trinidad.
13 de octubre de 1930: El Obispo de Leiria declara, dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.
13 de mayo de 1931: Se consagra por primera vez a Portugal, al Inmaculado Corazón de María.
31 de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María.
2 de enero de 1944: La hermana Lucía puso por escrito la tercera parte del Secreto de Fátima.
13 de mayo de 1946: La Imagen de Nuestra Señora de Fátima de la capillita es coronada por el Cardenal Marsella.
21 de noviembre de 1964: El Papa Pablo VI, cuando clausura la tercera sesión del Concilio Ecuménico, anuncia, la concesión de la Rosa de Oro al Santuario de Fátima, la que entregaría el Cardenal Cento, el día 13 de mayo de 1965.
13 de mayo de 1967: S.S. Pablo VI, viaja a Fátima en el cincuentenario de la primera aparición de Nuestra Señora.
12 y 13 de mayo de 1982: S.S. Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino, para agradecer el haber sobrevivido del brutal atentado, sufrido un año antes en la plaza de San Pedro y consagra a la Iglesia, a los hombres y a los pueblos, al Inmaculado Corazón de María.
25 de marzo de 1984: El la plaza de San Pedro en Roma, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo, al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los Obispos del Mundo.
12 y 13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II, vuelve a Fátima por segunda vez, como peregrino, en el décimo aniversario de su atentado.
13 mayo de 2000: El Santo Padre preside la ceremonia de beatificación de Jacinta y Francisco Marto.
http://www.santopedia.com/santos/virgen-de-fatima
La entrada Virgen de Fátima apareció primero en Diócesis de Córdoba.
Fuente original: https://www.diocesisdecordoba.es/santo-del-dia/virgen-de-fatima