Óscar Díaz es vicario episcopal para la Nueva Evangelización y responsable de Catequesis de la Archidiócesis de Sevilla desde el año 2017. En este tiempo ha ido actualizando ambos ámbitos de la Iglesia en Sevilla para responder a las necesidades y demandas de la sociedad actual.
Dos responsabilidades (Nueva Evangelización y Catequesis) en una sola persona. Esto denota que ambos aspectos de la vida de la Iglesia deben ir necesariamente de la mano, ¿no es así?
Sí, la idea era seguir un poco la estela de lo que estaba pasando en la Santa Sede, donde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización asumía también entre sus quehaceres el de la catequesis. De hecho, cuando uno se plantea cuales son los lugares privilegiados en los que se da un primer anuncio y una nueva evangelización suelen ir ligados a los ámbitos de la catequesis, por lo que hoy no se pude pensar en aplicar una nueva evangelización si no va dada de la mano con la labor catequética.
La catequesis suele ser entendida como el tiempo de formación sistemático y orgánico de los contenidos y vivencias de la fe tras el enamoramiento del primer anuncio, pero la sociedad en la que vivimos nos muestra que ese primer anuncio hoy se da precisamente en la catequesis en muchas ocasiones y no antes. Son ámbitos que caminan juntos.
Todas las parroquias de la Archidiócesis ofrecen catequesis para preparar a sus catecúmenos ante los distintos sacramentos. Esto solo es posible gracias a los catequistas, personas voluntarias que prestan su tiempo y sus conocimientos para formar a los nuevos cristianos. ¿Con cuántos catequistas cuenta nuestra diócesis?
En nuestra Archidiócesis puede haber en torno a 3500 catequistas, aunque es muy difícil tener una cifra exacta, ya que cada año cambia el numero de catequistas en cada parroquia.
Los perfiles suelen ser muy variados, desde personas mayores con mucha experiencia eclesial hasta jóvenes que están iniciando sus primeros pasos al frente de labores pastorales, y por supuesto de toda clase de condición social. Eso sí, la mayoría son mujeres. Lo que tienen en común es una experiencia de fe que mueve su vida y el entusiasmo de querer compartirlo.
Para ser catequistas básicamente hay que tener capacidad testimonial, lo que conlleva vivir una vida cristiana real e insertada en la comunidad cristiana, ya que no se puede hablar de lo que no se vive. Deben tener entusiasmo y convicción para poder transmitir un mensaje de esperanza creíble, y formación para desarrollar los contenidos de la fe adecuadamente.
Antes de la pandemia desde la Vicaría para la Nueva Evangelización ofrecíais cursos de formación en catequética, pedagogía y metodología, entre otros temas. ¿Se han retomado ya?
Sí, este curso pastoral hemos vuelto a ofrecer cursos de formación de catequistas nuevos y también hemos acabado aquellos que quedaron a medias a causa de la pandemia, de hecho, ahora en junio celebraremos una Eucaristía en la que se entregará un diploma a todos los catequistas que han acabado su formación.
Actualmente, además, ofrecemos tres cursos: ‘Puesta en Marcha’, ‘Ser Catequista Hoy’ y ‘Pedagogía y Metodología’. El primero se imparte en los arciprestazgos que lo piden, para seguir luego con los otros dos. Cada año se comienzan nuevos cursos donde nos desplazamos a encontrarnos con los catequistas. A su vez, en el Arzobispado comenzamos cada curso pastoral los dos últimos cursos citados. Para participar o bien se hace en los arciprestazgos que se ponen de acuerdo y lo piden, con lo cual las parroquias se encargan de invitar y convocar, o se hace apuntándose en el Departamento de Catequesis en el Arzobispado.
Aparte de estos talleres, ¿celebráis encuentros, retiros, Eucaristías o cualquier otra actividad a modo de hacer comunidad entre los catequistas de la Archidiócesis hispalense?
Desde que la catequesis fue asumida por la Vicaria Episcopal para la Nueva Evangelización celebramos varios encuentros que tienen que ver con la misma y en la que los catequistas son especialmente llamados a participar, como son la Jornada Mundial de los Pobres, las 24 horas para el Señor y el Domingo de la Palabra de Dios. En torno a esta última iniciativa cuando las circunstancias lo han permitido hemos celebrado una jornada diocesana de catequesis y oración en torno a la Palabra.
También cuando ha sido posible, ya que los últimos años por razones obvias han sido difíciles, se han celebrado encuentros a nivel de vicarias, arciprestazgos y diócesis de una manera cíclica para no hacer coincidir en el mismo año demasiadas convocatorias, así mismo se han realizado jornadas cuando algún momento eclesial de relieve lo ha requerido. Desde la vicaría también se ofrece una pastoral de encuentro del sordo y talleres de lectio divina, estos últimos poco conocidos.
Por otra parte, el departamento de Catequesis, sito en el Palacio Arzobispal, proporciona materiales y recursos para aquellas personas con diversidad funcional que soliciten prepararse para un sacramento. ¿Quién elabora este material y cómo se facilita a las personas interesadas?
Cuando hablamos de discapacidad, son muy diversas, de hecho, es muy difícil tener materiales para cada caso. El mejor material es la paciencia y el acompañamiento. No obstante, desde la Archidiócesis se han elaborado algunos materiales sencillos y tenemos a una persona de contacto tanto para la Pastoral del sordo como de otras capacidades que ayudan y guían a quien lo necesite. De hecho, nuestra colaboradora experta en catequesis especial ha ayudado a elaborar el directorio que ha emanado no hace mucho de la Conferencia Episcopal Española.
¿Desde la Vicaría para la Nueva Evangelización hay prevista alguna novedad con respecto al próximo curso?
Pues la gran novedad será la acogida del nuevo Plan Pastoral que se está gestando en la Archidiócesis, el estudio de la síntesis de las propuestas emanadas del Sínodo en Sevilla y la aplicación progresiva del nuevo Directorio para la Catequesis. Y, por supuesto, la vuelta a la normalidad total.