Ser fecundos en la ancianidad

El 24 de julio la Iglesia celebra la II Jornada de los Abuelos, en esta ocasión bajo el lema ‘En la vejez seguirán dando frutos’. Un título que se hace vida en el matrimonio formado por José Luis Notario y Mª Carmen Rocha.

Tras 56 años casados, 9 hijos, casi 27 nietos y dos biznietos, estos octogenarios aun dan numerosos frutos a su familia y su comunidad. Así, desde hace tres años, ofrecen charlas mensuales a sus nietos mayores sobre Magisterio de la Iglesia, temas de actualidad o respondiendo a aquellas dudas e inquietudes que tengan.

“Primero empecé yo con los chicos y luego mi mujer se picó e hizo un grupito con las nietas”, recuerda entre risas José Luis Notario. La idea surgió a partir de la lectura del libro ‘Dios es joven’ del papa Francisco: “En él, el Papa hace una llamada muy concreta a los abuelos para que fomenten la amistad, la relación y el diálogo con sus nietos. Nos pide que no nos limitemos a pasear con los más pequeños, sino que dediquemos un tiempo a dialogar con los mayores y completar la formación de estos”.

A raíz de estas palabras, a José Luis se le ocurrió crear un grupo de reflexión con sus nietos universitarios: “Pensé en los mayores para que así el contenido fuera más profundo y todos tuvieran más o menos el mismo nivel. Se lo propuse a uno de ellos, y este se lo comentó al resto. Unos a otros se iban llamando y decidimos que nos reuniríamos una vez al mes”.

Las reuniones se han venido celebrando desde 2020, y en este tiempo han abordado temas tan diversos como el noviazgo, el matrimonio, las relaciones sexuales antes de casarse, el aborto o la eutanasia. “Comenzamos con una lectura del Evangelio y suelo hacer un comentario. Luego expongo el tema y ellos lo comentan a modo de tertulia”. En este sentido, el abuelo se esfuerza para que su disertación “sea entendible y clara, no en vano, siempre se me han dado bien los jóvenes y procuro estar actualizado en su jerga, sus preocupaciones y las tendencias actuales”. Sin embargo, insiste, “estas reuniones tienen también cierto nivel de exigencia, porque al joven o se le exige, es decir, se le implica, o se aburre”. Por eso, la charla termina con un compromiso por parte de todos ellos para llevar a la vida lo que allí han reflexionado. De hecho, el interés de los nietos es tan genuino que cuando alguno de ellos ha estado fuera de la ciudad se ha conectado para participar de forma online en la reunión.

Esta iniciativa familiar no solo logra complementar la formación que estos chicos y chicas ya reciben en sus casas y centros educativos, sino que las charlas con José Luis y Mª Carmen también suponen para los jóvenes una oportunidad de pasar tiempo de calidad con sus abuelos, sentirse escuchados y acompañados por ellos. “Todos están encantados”, se alegra José Luis, quien también confiesa sentirse satisfecho de poder seguir dando frutos a su edad.

Como dice el papa Francisco en su carta para esta Jornada, “una larga vida —así enseña la Escritura— es una bendición, y los ancianos no son parias de los que hay que tomar distancia, sino signos vivientes de la bondad de Dios que concede vida en abundancia. ¡Bendita la casa que cuida a un anciano! ¡Bendita la familia que honra a sus abuelos!”

Fuente original: https://www.archisevilla.org/ser-fecundos-en-la-ancianidad/

Por Prensa