Era en la década de los años 60-70 donde discurre la obra “La Universidad de la Pobreza”, una sociedad muy distinta a la actual, donde la educación era autoritaria e impositiva, diferenciada incluso por sexos.
Transmitir un mensaje de esperanza y superación, a pesar de las complicadas situaciones que pueda plantear la vida, es el objetivo que persigue el autor, Francisco Vales Priego, voluntario del Comedor Social de los Trinitarios, con este libro en el que cuenta la historia de un orfanato, al que describe como “La Universidad de la Pobreza”, situado en el extrarradio de la ciudad de León donde pasó su infancia y parte de su juventud.
Francisco ha querido con este libro seguir ayudando al Comedor Social, por lo que ha abierto su corazón y ha lanzado este relato de superación cuyos beneficios recaudados irán destinados al Comedor Trinitario.
La “Universidad” de la pobreza es el título de su libro, ¿cómo surge esta obra?
Surge a raíz de encuentros distendidos entre amigos y compañeros de trabajo donde intentando conocerte un poco más me preguntan por mi pasado. Cuando les cuentas tu infancia y parte de tu juventud, vividas en circunstancias totalmente distintas a las que a ellos les tocó vivir, quedan sorprendidos en inmediatamente te insinúan, ¿oye y tú, por qué no escribes un libro? Me lo propuse y así nació este libro.
¿Qué objetivo persigue su libro?
En primer lugar entretener al lector. Considero que es fundamental para que lea la obra hasta su final.
Sin embargo, el deseo y objeto fundamental que persigo, a través de las vivencias que se relatan en el libro y vividas en primera persona, es transmitir sentimientos y a su vez valores (amistad, solidaridad, generosidad, compañerismo, humildad) tan necesarios en una sociedad egoísta e individualista en la que vivimos.
Es usted voluntario del Comedor Social de los Trinitarios. Cuéntenos la labor que desempeña y su experiencia personal en el comedor
Comencé desarrollando tareas de logística como conductor, apoyo al almacén y diversas tareas; posteriormente, pasé a la cocina como pinche para la elaboración de los menús que se suministran a los usuarios. Actualmente continúo prestando mis servicios de voluntariado en la cocina.
La experiencia personal es muy enriquecedora, por una parte el interactuar con el resto de voluntarios que comparten tus ideales, objetivos e ilusiones ya te hace crecer como persona, y por otra, si a ello le añadimos el fin al que va dirigida tu labor desinteresada hacia los más desfavorecidos, más rica es la experiencia.
¿Desde qué año colabora con el Comedor? ¿Qué diferencias encuentra de sus inicios a la actualidad?
En el año 2019 sobre el mes de abril, pasé a la situación de Reserva Militar, esto me ha permitido dedicar parte de mi tiempo libre al voluntariado del comedor.
Sin lugar a dudas, hay una gran diferencia con respecto a mis inicios, me siento más experimentado, más implicado, más unido a la familia trinitaria, con el paso del tiempo se ha convertido en una forma de ser, de estar y de vivir.
Otra diferencia que observo es el acercamiento que tenía antes de la pandemia al usuario, pues le servíamos directamente en la mesa y el contacto era diario y muy cercano, ello me estimulaba mucho más, espero que algún vuelva a sus orígenes.
Desde esa experiencia, ¿qué percibe usted de las personas que acuden al comedor social? ¿Cómo se sienten al llegar?
En mis inicios, anteriores a la pandemia, tenía un contacto más directo sobre los usuarios, percibía en ellos una mirada de agradecimiento y a la vez de injusticia social. No sé cómo se sentirían al llegar porque yo no les recibía, pero cuando entraban a comer, la mayoría con un gesto con la cabeza o la mano te correspondían y expresaban así su agradecimiento.
¿Qué es lo que más le llama la atención de la labor que realiza este comedor?
Muchas noches. Sobre todo aquellas a las que asisto al comedor para desarrollar mi trabajo como voluntario, sueño con que estoy contribuyendo a construir un mundo mejor, más repartido y me siento muy feliz.
Por último, ¿dónde podemos adquirir su obra?
La obra se adquiere o directamente en las presentaciones que se realizan, o solicitándolas directamente al teléfono 697241779 para que las entreguen personalmente o por correo si es fuera de la capital de Córdoba, abonando el interesado los costes del envío. Todo ello porque colocarla en una librería o establecimiento, encarecería su coste y disminuyendo los beneficios a quien van destinados.
La entrada “La labor del voluntariado te hace crecer como persona” apareció primero en Diócesis de Córdoba.
Fuente original: https://www.diocesisdecordoba.es/noticias/la-labor-del-voluntariado-te-hace-crecer-como-persona