El próximo 1 de enero comenzamos el año celebrando la solemnidad de María Madre de Dios, una de las fiestas marianas más antiguas de la Iglesia. Los Archivos Arzobispal y Catedral de Sevilla conservan en sus fondos interesantes representaciones -grabados y dibujos- que reflejan la devoción a la Virgen, protectora e intercesora, representada en su acogimiento maternal.
Este grabado de la Virgen de la Hiniesta con el Niño (imagen 1), conservada en el Fondo Arzobispal, encabeza un impreso de 1756 para consagración de festivos en la Parroquia de San Julián de Sevilla. Se trata de una advocación que durante siglos fue, junto al Cristo de San Agustín, la gran devoción de la ciudad. Presente en Sevilla desde finales del siglo XIV, ha participado desde antiguo en numerosas procesiones y rogativas por el pueblo ante pestes y calamidades. Su especial relación con Sevilla explica su nombramiento como patrona y alcaldesa del Ayuntamiento desde 1649, motivo por el que la imagen aparece portando el bastón de mando de la ciudad. La iconografía muestra a ambas figuras coronadas y con el escudo de los Tous de Monsalve en el centro de la media luna a los pies de la Virgen, pues cuenta la tradición que en el siglo XIV Mosén Per de Tous encontró la imagen y la trajo de vuelta a la ciudad desde Cataluña, donde había sido escondida para salvarla de la invasión musulmana entre unas retamas en el bosque, de las que tomó su título.
El dibujo de Virgen con Niño que aparece en el libro de reglas de la Hermandad del Socorro de la Parroquia de San Roque de Sevilla (imagen 2) muestra a su titular vistiendo traje de reina con el niño en su regazo, ambos coronados, en una composición redondeada en su base, siguiendo el estilo de pintura barroca sevillana del XVIII, al que pertenecen las reglas.
El libro de asiento de hermanos de la Congregación del Rosario del Sagrario de la Catedral, perteneciente al Fondo Capitular y datado en 1686, conserva un interesante grabado superpuesto y coloreado de su titular con el niño coronados y sujetando el rosario como proclamación de los beneficios espirituales que ello comporta. Ambos aparecen rodeados de ángeles niños y extensa leyenda de alabanza. Se trata de una hermandad surgida en torno a la devoción a la Virgen del Rosario con sede en el Sagrario de la Catedral siendo éste su primer libro de actas y de asiento de hermanos conocido.
La devoción a la Virgen de la Cinta en España se remonta al s. XI -cruzándola de norte a sur desde Tortosa a Huelva-, siendo de ésta última su patrona. Este grabado la representa con sus atributos habituales: una granada en su mano derecha como simbolización de sus virtudes y el Niño en su brazo izquierdo, ambos coronados y con delicada expresión. La túnica de María se ciñe con la correa o cinta que le da nombre. El grabado está firmado por Roncales, calcógrafo sevillano de temática religiosa de fines del siglo XVIII.
El grabado calcográfico de la Virgen de la Antigua conservado en el Fondo Capitular reproduce la imagen pictórica original del siglo XV de la Catedral de Sevilla. La Virgen aparece con su Hijo cubierta por velo y ostentando en su mano derecha una rosa. El Niño sostiene un pájaro en su mano izquierda. A los pies y a escala muy reducida, aparece la figura arrodillada de una donante, identificada como Dª Leonor de Alburquerque, consorte de don Fernando de Antequera, rey de Aragón entre 1410 y 1416. Sobre la cabeza de la Virgen, dos ángeles sostienen una corona y por encima de ésta, cenefa, anagrama, corona y cartela con inscripciones latinas de alabanza. Su iconografía se expandió ampliamente por América tras la llegada de los conquistadores.
Pero si alguna devoción destaca y se celebra de forma especial en Sevilla es la dedicada a la patrona de la Archidiócesis, la Virgen de los Reyes. Esta portada perteneciente al libro de las Fundaciones de La Capilla Real del siglo XVIII de Rodríguez de Quesada, responde a la ensoñación que se dice tuvo San Fernando antes de la toma de la ciudad. Representa a la Virgen sobre una nube con ángeles, con su Hijo en brazos y San Fernando a sus pies, desde una visión historicista y fabulada, en torno a agosto de 1247 cuando puso cerco y asedio a la ciudad de Sevilla desde el campo de Tablada, donde estableció su campamento. Al fondo se ve la ciudad amurallada, destacando la Giralda y el Giraldillo sobre el cuerpo de campanas. La intervención divina de la Virgen en la reconquista de la ciudad es representada en primer plano, con escudo y lema. Pronto la ciudad acabaría bajo la Corona de Castilla.
Todos estos grabados e ilustraciones de los siglos XVII y XVIII tenían un fuerte carácter didáctico y devocional, con la intención última de difundir, catequizar y agradecer favores recibidos a modo de ofrenda a las imágenes que representan.
Nuria Mª Prados Torres
Técnico Archivos Catedral y Arzobispal de Sevilla.
Institución Colombina
Fuente original: https://www.archisevilla.org/representacion-iconografica-de-la-virgen-con-el-nino-en-los-archivos-catedral-y-arzobispal-de-sevilla-2/