El Papa Francisco demostró una vez más estar comprometido con los más necesitados pronunciándose públicamente y pidiendo la liberación de aquellas personas que han sido privados de algo tan fundamental como la libertad.
No obstante, al margen de hacer un llamamiento general a la sociedad, el Santo Padre quiso personificar pidiendo la liberación de un sacerdote indio secuestrado hace un mes en Yemen.
Por ello, tal y como recordó el argentino “renuevo mi llamado a la liberación de personas secuestradas en zonas de conflicto armado, y quiero en especial recordar al sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil”.
Las palabras del Papa, pronunciadas ante los muchos fieles que llenaban la plaza de San Pedro de Roma, hacen alusión a un sacerdote salesiano de 56 años que fue secuestrado el 4 de marzo en Adén en un ataque contra un hospicio de las Hermanas de la Madre Teresa.
Cabe recordar que este ataque costó la vida a 16 personas entre los que se encontraban 4 monjas y que el acto fue reivindicado por el Estado Islámico, misma organización que están poniendo en jaque a Europa en los últimos años.
La propia orden salesiana a la que pertenecía Uzhunnalil ha asegurado en los últimos días no tener información sobre su paradero o estado, por lo que el Papa no dudó en pedir públicamente su liberación.