El IV domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, la Iglesia en España celebra dos Jornadas vocacionales de forma conjunta la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que pretende suscitar en todos los jóvenes la pregunta por su vocación, y que la comunidad cristiana promueva las vocaciones cristianas con la oración y el acompañamiento, organizada por el Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS). También acoge la Jornada de Vocaciones Nativas, que busca sostener las vocaciones de especial consagración que surgen en los territorios de misión, para que ninguna de ellas se quede frustrada por falta de recursos.
Ésta última, además de la oración, promueve la colaboración económica y está organizada por Obras Misionales Pontificias (OMP). Ambas Jornadas comparten un mismo cartel y un mismo lema: “Ponte en camino, no esperes más”, en línea con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en agosto en Lisboa: “María se levantó y partió sin demora”.
Celebración en Sevilla
En esta ocasión, será el Monasterio de la Encarnación, ubicado en la Plaza Virgen de los Reyes, de Sevilla, el que acogerá una tarde de oración por estas dos jornadas vocacionales, el sábado 29 de abril, a las seis y media de la tarde.
“Este día la Iglesia mira de una manera muy especial a la vida contemplativa, porque es desde allí donde se cuecen los ratos de oración con el clamor: Señor, manda sacerdotes y religiosos santos a tu Iglesia, que no haya una comunidad sin Eucaristía, sin Evangelio, sin sacramentos, anuncio y evangelización”, ha expresado el sacerdote Eduardo Martín Clemens, delegado diocesano de Misiones.
En este sentido, el responsable de esta pastoral anima a rezar y a dar gracias, “porque el clero nativo es justamente el fruto de aquello que se sembró, de aquellos misioneros que han dado su vida para anunciar el Evangelio allí donde Cristo era desconocido, donde el cansancio había hecho mella, precisamente allí surgen estas vocaciones como respuesta a tanto bien hecho en tierras de misión”.
Apuesta por la misión
Desde las Obra Misionales Pontificias resaltan la importancia de las vocaciones nativas que nacen en los territorios de misión, “porque son las herederas de los misioneros: testimonian que el Evangelio ha sido acogido y se ha inculturado. Una Iglesia particular no puede constituirse en una Iglesia implantada, fuerte, hasta que no cuenta con vocaciones sacerdotales y religiosas propias. Por eso, apoyar a las vocaciones nativas es una apuesta por el futuro de la misión”.
Obra de San Pedro Apóstol
El Santo Padre se hace cargo de estas vocaciones que nacen en las misiones, a través de una de las Obras Misionales Pontificias: la Obra de San Pedro Apóstol. Para cuidar de las vocaciones que surgen en las misiones, el Papa tiene una herramienta: la Obra de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias. Nacida en 1889, fue asumida hace cien años por la Santa Sede como el cauce para sostener todos los seminarios diocesanos que hay en las misiones, y para apoyar los noviciados locales.
Con las aportaciones de todos los países se crea un Fondo Universal de Solidaridad, que en 2022 reunió 15.354.754,09 euros. Este dinero se distribuye equitativamente, para poder ofrecer una formación de calidad a los futuros sacerdotes y religiosos en las misiones.
España, líder en generosidad
España ocupa el primer puesto en el ránking de solidaridad con la Obra de San Pedro Apóstol (le siguen Estados Unidos y Alemania). En 2022, OMP España envió 1.977.274,82 euros para apoyar 92 proyectos (en su mayoría ordinarios) en 20 países. Los beneficiarios de estas ayudas fueron 9.645 seminaristas y 577 formadores. La pandemia también afectó a la recaudación de la Obra en España. Sin embargo, en 2022 se han recuperado los niveles de 2018. Los españoles han mantenido su compromiso con las vocaciones nativas.
Sobre el lema
“Ponte en camino”. Con la visitación de la Virgen a su prima Isabel, se inaugura –así lo llama el papa Francisco– “el camino de la proximidad y del encuentro. En vez de centrarse en Ella y en su propia situación, María confía plenamente en Dios y sale de sí misma hacia los demás. Es el camino de la vocación, al que nos remite el lema de la JMJ de Lisboa: María se levantó y partió sin demora”.
“Un camino que toman también muchos jóvenes en los territorios de misión, fiándose de Dios por encima de las dificultades”, explica José María Calderón, director de OMP en España.
“No esperes más”. Si la llamada de Dios viene a ser un “Ponte en camino”, la rapidez de María parece decirnos “No esperes más”. Porque la respuesta no admite dilación: se trata de “responder con la vida” de inmediato, no desde las “prisas malas” de quien se toma todo a la ligera, sino desde la “prisa buena” por compartir y servir. El momento de levantarse para llevar a Jesús a los demás es ahora, como viven respecto a sus comunidades las vocaciones locales de las Iglesias jóvenes.
Los materiales de las Jornadas se encuentran en la web www.paraquiensoy.es
Fuente original: https://www.archisevilla.org/la-iglesia-celebra-la-jornada-de-oracion-por-las-vocaciones-y-las-vocaciones-nativas/