Virgen de los Remedios (Catedral de Sevilla)

La Catedral de Sevilla es el mayor templo de la cristiandad dedicado a la Virgen María por lo que son incontables las imágenes de la Madre de Dios que atesora en sus naves y capillas, entre esculturas, pinturas, orfebrería, vidrieras, etc. De todas ellas nos detenemos hoy ante la bella pintura de la Virgen de los Remedios del Trascoro.

Con motivo del mes de María nos ocupamos en esta ocasión de la pintura que se encuentra en el muro del trascoro de la Catedral de Sevilla. Se trata de una hermosa obra anónima que puede fecharse en los últimos años del siglo XIV, si bien sabemos que fue restaurada en dos ocasiones por el pintor Antón Pérez en 1548 y en 1564.

Muestra a la Virgen sentada en un trono, dirigiendo su mirada a su Hijo al cual está dando de mamar, mientras que el Niño Jesús vuelve la cara al espectador en un gesto que anticipa el naturalismo en la pintura sevillana. El Niño porta en su cuello una cadena de oro de la que cuelgan varias piezas de coral, cuyo color rojo alude a la sangre que habrá de derramar para nuestra redención, anunciando así ya desde su infancia la Pasión, además de ser un símbolo eucarístico.

A la izquierda de la Madre aparece un santo obispo que no podemos identificar al no portar ningún atributo que nos permita reconocerlo aparte del báculo y la mitra, y a sus pies encontramos un clérigo arrodillado, que debe de tratarse sin duda del donante de la obra.

Los estudiosos apuntan la influencia de la escuela sienesa del Trecento en esta pintura, en la que se destacan la belleza del rostro de la Virgen y del Niño, el tratamiento del manto de la Madre y de la capa del obispo, así como el fondo dorado. A los pies de la composición aparece una cartela con la inscripción “SANTA MARÍA DE LOS REMEDIOS”, que parece haber sido añadida en alguna restauración del siglo XVI, probablemente en la que Juan de Salcedo realiza en 1596.

Los Padres de la Iglesia aluden repetidas veces a la lactancia de Jesús y ya en la catacumba romana de Priscila aparece una representación de la Virgen dando el pecho a su Hijo datada a fines del siglo II, iconografía que tendrá gran difusión en Egipto a partir del siglo VI y en Bizancio, donde se conocerá con el nombre de Panagia Galactotrefussa (la que amamanta).  En el arte español aparece a finales del siglo XIII.

Este tipo iconográfico subraya la humanidad del Hijo de Dios encarnado y la función materna de María, a la vez que hace alusión a Lucas 11, 27, cuando una mujer del pueblo gritó: “Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron”.

Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural

Fotografía: Daniel Salvador

 

 

Fuente original: https://www.archisevilla.org/virgen-de-los-remedios-catedral-de-sevilla/

Por Prensa