Retablo mayor de la ermita de la Virgen del Monte (Cazalla de la Sierra)

Cuenta la leyenda que en 1635 un pastor encontró una imagen de la Virgen en el lugar en el que actualmente se alza el Santuario de Nuestra Señora del Monte y en el que brotó una fuente, si bien existe documentación de su existencia ya en 1555. Respecto a la advocación del Monte, aparece documentalmente por primera vez en Cazalla en una escritura notarial fechada en 1504, por la que se funda un hospital para pobres con este título mariano.

En 1742 comienza la reforma de la primitiva ermita mudéjar, si bien prácticamente se puede hablar de la construcción de un nuevo edificio, como señala el historiador Salvador Hernández González, autor de una completa monografía sobre la Patrona de Cazalla. Es entonces cuando se realiza el retablo mayor, que puede fecharse en torno a 1760 y que se estructura en banco, un cuerpo de tres calles y ático.

El banco presenta en las calles laterales sendos óvalos con pinturas sobre lienzo de la Adoración de los Pastores y la Adoración de los Magos.

El cuerpo del retablo presenta tres calles delimitadas por estípites; la central aparece adelantada respecto de las calles laterales como un templete que da paso al camarín presidido por la imagen de la Virgen del Monte, obra de 1937 de uno de los hijos del escultor Antonio Castillo Lastrucci, siendo el Niño obra de Manuel Pineda Calderón. Esta imagen sustituye a la primitiva, destruida en 1936, escultura fechable a principios del siglo XVI. Las calles laterales presentan unas hornacinas sobre las que se disponen dos pinturas de la Huida a Egipto y la Visitación y aparecen delimitadas por dos pilastras con dos medallones con una fuente y una torre, atributos de la letanía. Este cuerpo se remata con una cornisa de movidas líneas que da paso al ático, que contiene dos lienzos de la Purificación y los Desposorios de la Virgen y que aparece centrado por una pintura de la Anunciación de grandes dimensiones en cuya base aparecen dos ángeles con flores a los lados, mientras que en el centro otro ángel sostiene una filacteria con la inscripción “AVE MARIA GRATIA PLENA”. Dos ángeles más se sitúan sobre esta pintura, en actitud de descorrer una cortina, coronándose todo el conjunto por el anagrama de María con palmas y una corona. Toda la superficie del retablo aparece profusamente decorada con motivos vegetales, flores pintadas, rocallas y cabezas de querubines.

Este retablo puede atribuirse a Juan Cano Zamorano, autor igualmente del retablo mayor de San Felipe de Carmona, de San Cristóbal de Burguillos y del Convento de la Merced del Viso del Alcor entre otros y que en 1779 había realizado para la Parroquia de Cazalla el desaparecido retablo de la Santa Cena. Las pinturas, por su parte, presentan las características de la escuela sevillana del siglo XVIII, recordando especialmente la de la Anunciación, a la producción del círculo de Domingo Martínez.

Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural

Foto: José Manuel Fernández

Fuente original: https://www.archisevilla.org/retablo-mayor-de-la-ermita-de-la-virgen-del-monte-cazalla-de-la-sierra/

Por Prensa