El Papa Francisco quiso mandar un mensaje a las familias del todo el mundo este miércoles recordando lo importante que es la comunicación entre ellas e intentando concienciar a todas ellas para que se preocupen un poco más por este aspecto.
Y es que, tal y como dijo el máximo representante de la Iglesia ante unos cuarenta mil peregrinos que participaban en la audiencia general, “cuando los hijos están a la mesa pegados al teléfono o a la tableta, y no se escuchan entre ellos, esto no es una familia. ¡Es una pensión!”.
De hecho, según dijo “cuanto más teclean en sus respectivos aparatos, más se aíslan de quienes les rodean”, algo impensable para el Papa Francisco puesto que es el seno de la familia quien acoge a cada uno en su día a día.
“La convivialidad es un termómetro seguro para medir la salud de las relaciones. Si en una familia hay algo que no va o alguna herida oculta, a la mesa se nota enseguida”, dijo en sus declaraciones el Papa Francisco.
No obstante, el argentino no sólo recordó los peligros que suponen la televisión o el teléfono en una mesa sino que hay otros factores como los horarios, las distancias o el trabajo que “ya ponen muchos obstáculos a la convivialidad familiar”.
“En la mesa, se habla; en la mesa, se escucha. Nada de silencios que son el silencio del egoísmo, del teléfono, del televisor… Hay que recuperar la convivialidad adaptándola a nuestro tiempo”, sentenció el Santo Padre.