El Papa Francisco mandó un mensaje este jueves a la sociedad denunciando una vez más la actitud de los terroristas que matan en nombre de Dios pero también de aquellos que se ponen el grito en el cielo cuando ven atentados pero a su vez sacan beneficio de la venta de armas.
Y es que, después el terrorífico atentado sufrido por la capital francesa, el Papa reconoció que “Dios llora porque en todas partes hay guerra, odio, y a su vez tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas”.
«Por todas partes hay guerra hoy en día, hay odio (…) ¿Y qué queda? ¡Ruinas, quedan miles de niños sin educación, tantas muertes de inocentes! Y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas», dijo a los feligreses en una misa celebrada en el Vaticano.
Las palabras del argentino no dudaron en sorprender a la sociedad puesto que éstas fueron muy duras. No obstante, el Papa no pudo morderse la lengua ya que según dijo “aquellos que hacen la guerra son malditos, son delincuentes. Benditos los operadores de paz”.
Por ello, el máximo responsable de la Iglesia no dudó en lamentarse por la situación a la que se ha llegado ya que tal y como recordó «nos haría bien pedir que se nos conceda la gracia de llorar por este mundo que no reconoce el camino hacia la paz”.
“Habría que llorar por aquél que vive para hacer la guerra y tiene el cinismo de decir que no la hace», sentenció.