La Diócesis palentina ya tiene nuevo obispo. Después de una larga sede vacante, Manuel Herrero Fernández pudo finalmente tomar posesión este fin de semana en la catedral palentina de San Antolin de Palencia en una ceremonia que estuvo presidida por el nuncio del papa Francisco, Renzo Fratini.
Venido desde Cantabria, este agustino ha sido durante 17 años vicario general de esa diócesis por lo que tiene un gran conocimiento de la realidad social que se vive en la actualidad.
Por todo ello, el nuevo obispo no dudó en recordar en sus primeras palabras como ante los palentinos que cuando Monseñor Santiago de Wit le comunicó el 5 de abril que el Papa Francisco le proponía ser Obispo de Palencia, su corazón «dio un pálpito grande por los palentinos».
Y es que, tal y como reocordó Manuel Herrero Fernández, se inició “en la experiencia humana, cristiana y vocacional, precisamente aquí, en Palencia, en el Seminario Menor de los Agustinos”, algo que le ha llevado a tener contacto por sus colaboraciones con algunas comunidades parroquiales y religiosas.
No obstante, Herrero también reconoció que pese a ser obispo, “el Obispo no es la Iglesia; la Iglesia es más que el Obispo, y vengo a ayudar en la generación, parto, crecimiento y formación de sus hijos”.
“Dicho de otra manera: vengo a Evangelizar, es decir, vivir la dulce y confortadora alegría de llevar el gozo del Evangelio», manifestó.