El Papa Francisco mandó un mensaje este lunes a la curia en su tradicional discurso para felicitar la Navidad a sus miembros recordándoles que deben ser un modelo a seguir para “evitar los escándalos que hieren las almas y amenazan la credibilidad de nuestro testimonio».
Y es que, según el Santo Padre los sacerdotes deben de mostrar “ejempleridad” y más después de un año en el que los escándalos han salpicado al Vaticano con constantes noticias que han sacudido la estructura de la Iglesia.
De hecho, los libros ‘Via Crucis’ y ‘Avarizia’, publicados en noviembre por dos periodistas italianos, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittpaldi, y la revelación de temas controvertidos sobre los miembros de la Curia han traído más de un dolor de cabeza al propio Papa Francisco.
Por ello, el máximo responsable de la Iglesia pidió «honestidad, madurez, humildad, sobriedad, caridad y verdad«, entre otros aspectos para “renunciar a lo superfluo y resistir a la lógica consumista dominante».
«La reforma continuará con determinación, lucidez y resolución porque la Iglesia siempre deber ser reformada. La persona honesta no actúa con rectitud solamente bajo la mirada del vigilante o del superior; no tiene miedo de ser sorprendido porque nunca engaña a quien confía en él», afirmó el Papa Francisco.
Además, el argentino siguió transmitiendo su mensaje a la curia recordando su voluntad de poner fin a los muchos excesos que separan la Iglesia actual de la denominada «Iglesia de los pobres».