P.- No es la primera vez que se encarga de esta labor en nuestra diócesis. En este momento y ante la perspectiva social, cultural y por lo tanto, universitaria que se presenta ¿cómo se quieren concretar las líneas principales de trabajo que tiene la Delegación?R.- Muchas gracias por la entrevista que hago extensible a mis superiores del Instituto Id de Cristo Redentor, Misioneras y Misioneros Identes, que han aceptado el encargo del Obispo de la Diócesis de continuar con el trabajo en esta Delegación de Pastoral Universitaria.El objetivo de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia. Se evangelizan las personas allí donde se encuentren, no las estructuras, las culturas o las Instituciones. El programa: vivir y transmitir el evangelio con el sacrificio de la vida y de la fama. La forma: siempre en común unión con todos los cristianos y las diversas áreas de pastoral de la diócesis.Recordemos las líneas ya programadas en la Delegación de Pastoral Universitaria:Potenciar la presencia de la Iglesia en el mundo universitario y de la cultura.Acompañar pastoral y espiritualmente a los católicos que desarrollan la mayor parte de su vida, sea de manera permanente o durante sus estudios en centros universitarios.Promocionar los valores del humanismo de Cristo.Coordinar con diversos departamentos e instituciones universitarias cursos, seminarios, foros y jornadas interdisciplinares para el diálogo, relaciones e implicaciones de la fe, la cultura, la ciencia y la sociedad.Propiciar el encuentro con Cristo en los universitarios alejados de la fe.Patrocinar en los estudiantes universitarios experiencias de promoción, ayuda, voluntariado, cooperación y desarrollo integral de la persona en proyectos diocesanos, nacionales e internacionales.Hay una necesidad de que la Iglesia amplíe una presencia estable en la Universidad, además de la ya existente con los centros adscritos a la UCA (el centro de Magisterio Virgen de Europa de la Línea de la Concepción y el Centro De Enfermería Salus Infirmorum en Cádiz). Sin esa presencia, cualquier iniciativa que se realice corre el riesgo de quedar difuminada. El trabajo de pastoral es como una carrera de gran fondo, de continuidad y relevos. Tenemos que saber pasar el testigo a las nuevas generaciones, pero sin dejar de correr. Lo que se realice empezará a dar frutos cuando la presencia deje de ser algo curioso o extraño, sino reconocido y necesario. Va de suyo en el concepto propio de universidad un diálogo abierto y respetuoso de y con todos.Ahora lo más inmediato es hacer balance de la realidad, de las fuerzas y de los medios existentes; partiendo de ahí y en colaboración con las otras líneas pastorales de la diócesis, desarrollar el humanismo de Cristo en el mundo universitario. Humanismo de Cristo, que en su manifestación histórica y en el desarrollo de su pensamiento en la tradición de la Iglesia Católica, propugna una universalidad potenciadora, conforme a la dignidad que el ser humano tiene como ?hijo de Dios?. Todo proyecto universitario de vida y cultura cerrado a la dimensión trascendente, limitaría una parte esencial a la persona humanaP.- ¿Cómo define a los universitarios actuales? Realmente ¿hay un cambio cultural con la generación conocida como «millenials»?R.- La ?generación millenials? define a los nacidos entre 1981 y 1995, jóvenes entre 20 y 35 años que se hicieron adultos con el cambio de milenio (en plena prosperidad económica antes de la crisis). Si los consideramos únicamente como consumidores y usuarios quedamos en la superficie. No hay que olvidar el desarrollo humano integral (DHI) de la persona.Los ?millenials? son plena y profundamente postmodernos. Para ellos la postmodernidad es todo lo que han conocido. Sociedad, relaciones líquidas y compromisos líquidos. Saben que tendrán que vivir en puestos de trabajo que durarán meses o algún año a lo sumo. Cambiarán de ciudad, amigos, pareja, pasado y futuro, cada vez que les haga falta. Lo único que les parece sólido es lo que sienten y no les importa demasiado «lo que saben», porque el saber antes de aplicarlo habrá caducado. Es el imperio de lo efímero que vuelve superficiales las relaciones, se fija en las apariencias y reemplaza la plenitud interior por el vacío. En una sociedad centrada en lo inmediato no es posible forjar el carácter del ser humano, disminuyendo su importancia como persona y siendo fácilmente manipulable. Un profesor de la UCA muy preocupado por sus estudiantes me comentaba hace poco: ?en las clases tenemos que centrar a los estudiantes constantemente en lo que les interesa, porque lo que les llama es sentir y emocionarse. Whatsapp, instagram, snapchat, etc, son el sustrato en el que su vida tiene sentido. ¿La realidad física? Es algo ininteligible que les aprisiona?.Ciertamente hay un cambio cultural y sobre todo, un cambio vivencial. Lo vivencial crea cultura, que a su vez refuerza lo vivencial. Ahí están enredados. Se han señalado diversas características de esta generación, que por otra parte es un fenómeno globalizado, y no sólo en el mundo académico y universitario. Estudiantes que son nativos digitales. Pueden dominar la tecnología como una prolongación de su propio cuerpo, siendo casi todas sus relaciones básicas cotidianas mediadas por una pantalla. Esta vida líquida no permite la realización espiritual de la persona. Los valores que propugna son de una altísima volatilidad y relativismo.El reto es doble, por un lado hace tiempo que los cristianos, especialmente en esta Europa que vive una tradición ética de impronta cristiana pero sin Cristo, se está olvidando de evangelizar; y segundo, no podemos evangelizar pantallas (ideologías, estructuras?) sino personas.Los ?millenials? son autosuficientes y autónomos, y quieren sentirse protagonistas. Valoran la participación y la colaboración, prefieren compartir a poseer y exigen nuevos valores como la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social. Los universitarios católicos, ya sean profesores o estudiantes no pueden pasar por la universidad poniendo entre paréntesis su vida cristiana . No podemos ser ateos -por que el ambiente lo sea- de lunes a viernes y ?practicantes? los fines de semana. No podemos encerrarnos en una burbuja, no podemos ser autosuficientes y autónomos como es esta generación, sino sentirnos protagonistas como quieren ser ellos y valorar lo que valoran: su preferencia a compartir más que a poseer, su exigencia de valores que significan un compromiso con la sociedad… si estos valores y otros presentes en el humanismo de Cristo ven que nosotros los seguimos, verán también el más recibido de la misericordia del Padre. No podemos cerrar el diálogo y el anuncio a nadie.P.- ¿Qué proyectos, iniciativas, etc. se proponen desde la delegación para nuestros universitarios?R.- Creo que lo más interesante sería tener una presencia virtual ligada a otra real. Es decir, que dispongan de un espacio donde contactar y después ver dónde es posible reunirse. Siempre sin presionar la presencia física, que alguno de ellos la creen innecesaria.Buscar visibilidad dentro de la universidad a través de foros, tertulias y cursos (se continuarán los cursos de Ciencia y Creencia de pasados años). Tendremos un blog e intentaremos incorporarnos al fenómeno de ?youtubers?, que es el medio más utilizado actualmente. La web es necesaria, pero ya no representa una «ventaja competitiva» como hace 10-15 años.P.- ¿Cómo pueden los jóvenes participar en esta pastoral? ¿Cómo animarles a ello al mismo tiempo?R.- Esta es la pregunta del milenio. Millones de jóvenes andan pegados a sus dispositivos móviles esperando el último video de sus ídolos de youtube, pero muy pocos son los que intentan tener éxito como youtubers. Ya ha pasado la moda de «hágalo usted mismo». Dejamos que sean otros los que nos den todo mascado para que nosotros lo consumamos en cualquier momento y pulsemos un «like». ¿Cómo implicar a esta generación en una realidad física que habla de una realidad sobrenatural? Hay algunas experiencias interesantes en las redes, pero normalmente se quedan en curiosidades sin continuidad. Los temas de fe no tiran porque no entretienen. Como buenos millenials buscan consumo sin compromiso y diversión sin ataduras.Creo que hay que vivir en el hoy plenamente un mensaje que es válido ayer y que lo será mañana. No se trata tanto, como decía nuestro obispo don Rafael en la presentación del Proyecto Diocesano de Pastoral 2016-2020, de crear proyectos nuevos e iniciativas, sino de poner ?nuevo ardor? en los ya existentes. Tenemos que fijarnos continuamente en Cristo que no hizo ?cosas nuevas?, sino que hizo nuevas todas las cosas. ¿Proyectos? Los mismos de Cristo. La novedad es su presencia en nuestra vida que vivida en común se trasmite.Pronto estaremos también presentes en redes sociales con diversas iniciativas. Escucharemos todas las propuestas. De momento todos los interesados y sobre todo quienes quieran aportar sugerencias, espacio y tiempo, presencial o en red se pueden dirigir al e-mail:pastoraluniversitaria@obispadocadizyceuta.es?Vivimos en una era donde cada uno da testimonio de su propia vida a través de redes sociales?. Me escribía un recién graduado y añadía ?¿No es eso acaso lo que hacen los cristianos?… dar testimonio de una fe. ¿No consiste en eso la evangelización? en compartir con la sociedad algo que tú estás viviendo? El reto que se les plantee puede ser el siguiente: Coger una frase del Nuevo Testamento y conseguir el máximo número de seguidores en Twitter?.¿Cómo animarles? Es la misma pregunta que le hago a Cristo cada día y siempre la misma respuesta: ?Con tu conversión personal y una súplica continua a Dios nuestro Padre?. Luego ?sígueme?, que haré posible lo que para vosotros es imposible.Seguimos…
Fuente original: http://www.obispadodecadizyceuta.org/noticia/vivimos-una-era-donde-cada-uno-da-testimonio-su-propia-vida-traves-redes-sociales