VALENCIA, 19 OCT. (AVAN).- El Museo Catedral de Valencia ha elegido como pieza del trimestre de octubre a diciembre una predela o parte inferior horizontal de un retablo del siglo XVI del pintor renacentista valenciano Nicolás Borrás (1530-1610).

La predela, que está formada por tres partes, se enmarca dentro del periodo de la Contrarreforma y muestra a Cristo en el sepulcro y a los santos dominicos Santo Domingo y Vicente Ferrer, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes del Museo.

“La obra formaría parte de un retablo, hoy día desaparecido, del siglo XVI, procedente del antiguo Museo Arqueológico Diocesano y que fue restaurada en 1982 por la Universidad Politécnica de Valencia”, han añadido.

El Museo Catedral de Valencia elige cada trimestre una obra que destaca entre todas las de su colección y en este caso está situada en el segundo piso, en la sala séptima que es la dedicada al arte gótico y la que albergaba la antigua biblioteca de los Borja.

La predela recoge en el centro la imagen de Cristo en el sepulcro, típica de estas obras en los retablos valencianos, enmarcada por las imágenes de santo Domingo de Guzmán y de san Vicente Ferrer.

En cuanto a los rasgos más comunes del pintor figuran los perfiles acusados, con multitud de líneas en las fisionomías, ojos sesgados y las vestiduras que presentan pliegues de diferente tamaño, en algunos casos pequeños y en otros amplios.

Las figuras aisladas sobre un fondo neutro destacan por la captación de lo inmediato y el tratamiento de la luz veneciana. De ese modo gana protagonismo el colorido debido probablemente a la rapidez de su producción para responder a la gran demanda de pintura devocional.

Por otro lado, el fondo está compuesto con ruinas o elementos propios del mundo antiguo, como una columna partida, en referencia al gusto por lo clásico que se profesaba en el siglo XVI.

Respecto a las escenas que componen la predela, en la primera comenzando por la izquierda aparece santo Domingo de Guzmán ataviado con el hábito blanco y negro propio de los Dominicos. Además porta una cruz y una Biblia cerrada que contiene el magisterio teológico, fundamento de la predicación del santo fundador de la orden.
En la escena central aparece Cristo en el sepulcro, asistido por un ángel, como aguardando la resurrección. Destacan detalles como las heridas, la corona y la presencia del ángel.

En la última escena San Vicente Ferrer aparece con la mano derecha levantada y el dedo índice apuntando al cielo y con la inscripción “Timete Deum Et Date Illi Honorem Quia Venit Hora Judicii Eius” (Temed a Dios y dadle Gloria, porque llega la hora de su juicio”).

Nicolás Borrás, discípulo de Juan de Juanes

Nicolás Borrás era discípulo de Juan de Juanes (1507-1579) y es considerado como el principal representante de la pintura monástica del renacimiento en Valencia. El pintor profesó en el monasterio Jerónimo de Cotalba en 1576 hasta su muerte en 1610.

Como resultado de su vida religiosa y su situación en los tiempos de la Contrarreforma, encontramos en la obra del artista elementos que expresan un gran fervor religioso.

Nicolás Borrás “hace un uso magistral de sus composiciones para trasmitir y propagar los grandes contenidos de la fe y prueba de ello es que sus obras, dirigidas sobre todo a la población morisca, mantienen la ortodoxia, el decoro y un carácter íntimo”.

La predela presenta características que sugieren la autoría de Nicolás Borrás. Entre estas destaca que tanto estilística como temáticamente, las escenas coinciden con el conjunto de la representación artística del Corpus del pintor.

El pintor tiene presente en esta pieza la técnica y la composición que le trasmitió su maestro Juan de Juanes. Sin embargo, la dureza de ciertos rasgos del dibujo, así como la tendencia monumental de los personajes recuerda más al padre de este, Vicente Macip (1475-1545) que lleva a una ruptura con la obra de su maestro. (AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14507&pagina=1

Por Prensa