Este viernes por la mañana, en el aula Pablo Domínguez de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, se ha presentado el libro La Iglesia en Irak (BAC) del cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El acto, presidido por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha contado con la presencia del autor, acompañado por Carlos Granados ?director de la editorial?, Anastasio Gil ?director de las OMP de España?, y Roberto Serres López de Guereñu ?decano de la Facultad de Derecho Canónico?.
En su ponencia, monseñor Filoni ha revelado por qué decidió dar vida a este libro: «¿Habrá un futuro para los cristianos?, me preguntaba. ¿Y habrá un futuro de paz?». La urgencia de esta cuestión «deriva de la terrible situación en la cual vive la población de Irak», pero, en particular, de «los cristianos y, más específicamente, los cristianos caldeos y sitios». Estos, ha continuado, «sufren las consecuencias de la guerra y de las diversas guerras que ha afligido Mesopotamia en el último siglo».
Pero es difícil hablar de los cristianos de aquella tierra, ha aseverado, «si no se conoce su existencia, su historia, su cultura y lo que ellos tienen que ver con nosotros». Y por eso ha reconocido haber puesto palabras a este relato, a esta «historia de vida» que «se encuadra en el contexto de una eclesiología abierta, misionera y comprensiva».
«Sin paz no hay futuro», ha subrayado. «No hay desarrollo, no hay convivencia, no hay derechos», sino que «habrá siempre violaciones, destrucciones, enfrentamientos, guerras, desmesurados gastos en armamento, refugiados y muertos».
Finalmente, al ser preguntado por cómo valora la acogida de refugiados en España, el cardenal Filoni ha incidido en que «como todos los refugiados, no deberíamos pensar en ellos como personas que nos molestan», porque «no son números, no son seres diversos a nosotros», y «si nos los encontramos y los miramos a los ojos, nos daríamos cuenta de que son personas». Por ello, «se trata de pasar de la visión psicológica a una visión social, civil, política», ya que «son personas y tienen, como nosotros, el derecho a vivir con dignidad».
El acto ha concluido con las palabras de monseñor Osoro, quien ha agradecido al prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos el haber sabido, por medio del libro, «dar vida a las situaciones de los misioneros, aquellos que regalan a otros lo más importante de sus vidas: haber conocido a Jesucristo y ser miembros de la Iglesia».