VALENCIA, 4 NOV. (UCV) .- Profesores de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) han urgido a una mayor «prevención ambiental», centrada en la responsabilidad en el entorno familiar y educativo, ante el elevado consumo de alcohol en adolescentes.
Asimismo, también han apelado a la promoción de una «cultura de ocio saludable frente» y controlar que los menores de 18 años no beban ni puedan comprar alcohol, tal y como marca la ley, durante la Jornada de Actualización de la Facultad de Psicología: Consumo de alcohol: nuevos patrones, nuevos tratamientos, celebradas en la UCV.
La también profesora de la Facultad de Psicología de la UCV, Lourdes Alapont, psicóloga y técnico en prevención de conductas adictivas, ha subrayado que los propios adultos, con nuestros modelos de consumo, podemos mandar señales, valores y creencias a nuestros hijos de cuáles son los hábitos adecuados y ha propuesto desmentir la creencia de que para que una sustancia genere una adicción ha de haber un consumo diario.
El alcohol más que una adicción física produce un hábito en el comportamiento del adolescente, que aprende que sólo sabe divertirse, ser feliz o relacionarse si está bajo los efectos del alcohol. Así, hay que ser coherentes y cuidar, por ejemplo, que en las reuniones familiares beber no sea sinónimo de alegría, ha expresado la ponente.
Alapont ha incidido en la importancia de que haya zonas de ocio y «sitios identitarios» para los adolescentes y jóvenes, tanto en las zonas rurales como urbanas. «Si no, lo que les queda es la calle o el consumo de sustancias que les provoquen emociones, ha añadido.
Igualmente, la profesora ha reiterado la importancia de que en las escuelas e institutos se hagan charlas y coloquios formativos con la participación de jóvenes porque la información que más les impacta es la de sus propios iguales.
De la misma forma, ha pedido que se cumpla la norma de que los menores de dieciocho años no consuman ni puedan adquirir alcohol, pues están en proceso de desarrollo y su cerebro y metabolismo no funciona al mismo nivel que el de los adultos.
Por su parte, Ángel M. Turbi, profesor de la UCV, ha alertado de que los jóvenes, actualmente, buscan un consumo de atracón en el botellón, si bien ha reconocido que las políticas públicas en España funcionan dado que la edad de inicio en el alcohol se ha retardado a los 14 años.
Por ello, este experto ha sugerido nuevas políticas de prevención, incorporando el ocio, en los que además se trabaje más el control que la abstinencia. En estas campañas, además, hay que incorporar al público infantil, a los comercios y a las familias, que no son conscientes de los riesgos que tienen estos consumos.
Las chicas hacen más botellón
Durante la jornada, los profesores de la UCV se han referido al fallecimiento de una niña de 12 años debido a un coma etílico y han recordado los datos de la última Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES) para subrayar que que el 76,8 por ciento de los adolescentes ha bebido alcohol en los últimos 12 meses y que han hecho botellón un 59,3 por ciento de chicas frente a 55,9 por ciento de chicos.
Así, Turbi ha afirmado que si bien ha descendido el consumo de las drogas ilegales, el de alcohol y tabaco es ascendente, sobre todo entre las chicas, por lo que ha sugerido cambiar el enfoque en la prevención y tener en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres.
Asimismo, el psicólogo ha resaltado que ahora los adolescentes y los universitarios consumen alcohol entre semana,n patrón que ha asociado a la crisis económica: hay menos dinero y los cubos se abaratan. Con un par de euros uno puede tomar varios quintos en una tarde, ha expresado.
Además, Turbi ha especificado que esta ingesta de alcohol lleva asociado un porcentaje altísimo de policonsumo, sobre todo de tabaco y cannabis, aunque puntualmente se da el de otras drogas como éxtasis o cocaína y que no podemos hablar de clases sociales pues está generalizado.
Finalmente, el profesor de la UCV se ha referido a las consecuencias de esta práctica en los jóvenes, como el riesgo en la conducción y los casos puntuales que se han dado de abusos sexuales. Con todo, el mayor problema es que se cronifiquen estos consumos y se cree cierta dependencia alcohólica y que se abra la puerta al consumo de otras drogas, ha subrayado Turbi.
Por su parte, Alapont, ha incidido en que el alcohol es considerado como la sustancia menos peligrosa por los adolescentes y se ha referido a algunas iniciativas de la Comunitat Valenciana para cambiar esta percepción, como los talleres de ocio nocturno de la Asociación juvenil Menys graus de Mislata, el proyecto FlowSsesion del Ayuntamiento de Valencia o Spotfer de spots publicitarios de la UPCCA de Vila-Real.
Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14578&pagina=1