Nos preparamos nuevamente para celebrar la Navidad. Pero es muy importante no caer en la rutina de una ?navidad? social, comercial y consumista. Eso sería totalmente contradictorio con el espíritu de la Navidad. Cada Navidad celebramos un nacimiento, el nacimiento de un Niño que cambió la historia de este mundo para abrirlo a la gran Novedad que viene de Dios, el porvenir que Dios tiene preparado para toda la humanidad. Lamentablemente con frecuencia muchos confunden la Novedad de la Navidad con las ?novedades? lanzándose desaforadamente a consumir cosas nuevas. Pero la Novedad que viene de Dios no tiene que ver con las cosas sino con las personas? y es que este mundo tiene futuro y que puede ser cada vez mejor, más feliz, más humano. En Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, la persona más humana que podríamos nunca imaginarnos. Y por lo tanto con el nacimiento de Jesús se anticipó el mundo futuro que soñamos para alentar nuestra esperanza.
Es posible que viendo las noticias de cada día nos parezca no hay muchos motivos para la esperanza pero los motivos nunca están fuera, siempre están dentro, dentro de nuestro corazón, de nuestra cabeza y de nuestras entrañas. No podemos olvidar que la Navidad que hoy celebramos con mucha alegría comenzó en las entrañas humanas de María. El principal motivo de nuestra esperanza está en nuestras entrañas humanas, precisamente donde nos sentimos más humanos cuando sentimos, pensamos y amamos como Jesús. Por ello la esperanza aumenta cuando como Jesús nos dejamos conmover ante el sufrimiento dejando que surja como en Él la misericordia. Aunque para ello hemos de evitar intentar llenar nuestra vida de cosas y estar dispuestos a dejar nuestras entrañas como las de María vacías y abiertas para acoger la fragilidad humana de los otros.
Campaña solidaria de Navidad
Mientras que ante las crisis humanitarias de la gente que se ve obligada a emigrar ante los desastres producidos por la crisis económica, las guerras y la crisis ecológica muchos piensan que hay que cerrar fronteras, cerrar mercados y cerrar corazones, la Iglesia está llamada a ser profética proponiendo el camino de la misericordia para hacer del mundo una casa común. El Papa Francisco en la encíclica Laudato si? nos invitaba al compromiso decidido por el cuidado del mundo como casa común… conscientes de que esto supone la conversión a un nuevo estilo de vida más sencillo pero en el que todos podamos disfrutar de lo más valioso que es la fraternidad (vive sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir…). No se trata de conformarse con la pobreza resignándose a no luchar por la justicia y la igualdad sino luchar por ellas evitando que el consumo exacerbado de recursos naturales de una minoría ponga en peligro al resto de la humanidad. En este sentido optar por la pobreza es la mejor manera de prepararnos para acoger la vida y cuidarla poniendo las personas por delante de las cosas. En definitiva, se trata de celebrar la Navidad optando por lo que nos hace más humanos, más felices y más alegres. Se trata de estar dispuestos a hacer de este mundo una casa sencilla para todos.
Por otro lado, en Salamanca comenzamos este Adviento con la invitación de la Asamblea Diocesana recién concluida a poner en práctica las intuiciones que han surgido en ella. Simplemente la participación activa de muchos laicos es un signo de que algo nuevo está naciendo en el seno de la Iglesia salmantina. Creo que hoy más que nunca los cristianos somos conscientes de que el cambio de este mundo comienza por la propia casa y por ello estamos dispuestos a reformar nuestra casa común que es la Iglesia para que siga cumpliendo en estos tiempos nuevos con su misión en el mundo: hacer del él una casa sencilla para todos.
Como signo de este deseo de conversión del Adviento os propongo que la Campaña Solidaria de Navidad que todos los años hace la parroquia de Santa Marta de Tormes se destine a colaborar con la reconstrucción de Ecuador que como sabemos sufrió un terremoto que destruyó muchas de las viviendas y de los edificios de una buena parte del país. Tras el dolor por las víctimas ahora les espera un largo trabajo de reconstrucción pero al mismo tiempo es una oportunidad para todos de estrechar más nuestros vínculos hermanando nuestra Parroquia de Santa Marta con la Parroquia de San Ignacio de Loyola, en la que fui párroco durante once años, situada en Portoviejo (una de las ciudades más golpeadas) y construyendo un mundo nuevo en el que haya una casa sencilla para todos.
Canasta solidaria con las familias de Portoviejo (Ecuador)
Necesitamos nuevos gestos solidarios. Desde nuestra parroquia proponemos gestos solidarios de alternativa al consumismo. Las organizaciones de consumidores estiman que estas ?navidades? cada familia gastará entre 600 y 800 euros de media. Todo el mundo desea conseguir una estupenda canasta navideña para su casa. Propongámonos preparar la mejor para todos: cada familia puede colaborar preparando una canasta navideña solidaria con las familias de Portoviejo en Ecuador renunciando a consumir algo para entregarlo en colecta solidaria.
En coherencia con la propuesta de conversión que nos hace el Papa Francisco para construir un mundo nuevo, no queremos alentar una solidaridad que fomente el consumismo incrementando el gasto de las familias. No se trata de comprar y vender algo para que el beneficio se destine a la ayuda. No se trata de gastar más?por ejemplo rifando una gran canasta navideña. Se trata por el contrario de gastar menos esta Navidad, de que nuestra canasta navideña sea un poco más sencilla, para poder ser más solidarios con quienes no tienen lo más básico aceptando la propuesta del Papa de una vida más sencilla pero más auténticamente alegre y fraterna.
Precisamente en este tiempo de Adviento-Navidad celebramos que el lugar en el que podemos encontrarnos con Dios encarnado en una humanidad nueva es en una casa sencilla para todos? ?Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre? (Lc 2,12). Solo si somos capaces de contemplar que es en la sencillez de ese pesebre donde nuestra humanidad puede nacer, crecer y hacerse plena será la señal de que está comenzando un orden social, económico y político nuevo en el reine la justicia y paz. Eso al menos es lo que deseamos para todas nuestras familias? ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!
¿Cómo puedo colaborar?
Si estás interesado en colaborar económicamente en la reconstrucción de Ecuador puedes hace un donativo en la cuenta de la parroquia de Santa Marta de Tormes ES48 2108 2305 06 0033129550, indicando en el concepto: ?Ecuador terremoto?. También puedes aportar tu donativo en la secretaría parroquial de martes a jueves de 17.00 a 19.00 horas y del 17 al 25 de diciembre, en las Misas de la parroquia. Solicita en la secretaría parroquial tu certificado para la desgravación en la declaración de la Renta del próximo año.
Fuente original: http://www.diocesisdesalamanca.com/1156.0.html#c14347