El Papa Francisco por fin llegó a la Casa Blanca donde, no sólo el presidente Obama acompañado por su mujer Michelle le esperaban sino que también una gran multitud de público se aglutinaba para ver al máximo representante de la Iglesia.
Con el himno de los Estados Unidos se dio por iniciada una ceremonia en la que tanto el presidente Barack Obama como el Papa Francisco tuvieron opción de dirigirse al público, al país y al mundo.
El presidente americano no dudó en agradecer la presencia del Santo Padre en su país ya que ésta es la tercera vez que un Papa visita el país americano en la historia del país.
Por ello, Obama no dudó en reconocer que “la talla y espíritu del encuentro de hoy es solo un pequeño reflejo de la profunda devoción de los 70 millones de católicos estadounidenses”.
No obstante, el americano elogió no sólo “la humildad y generosidad” del Pontífice sino también “la manera en que su mensaje de amor y esperanza ha inspirado a muchas personas, en nuestro país y alrededor del mundo».