“Felicito al pueblo panameño y a la Corte Suprema de Justicia de Panamá, por su decisión sobre el matrimonio igualitario, a lo que llamo ‘blindar al país de esos errores’. Instó, al país a seguir adelante, siguiendo la ley de Dios, más no la de aquellos que ofuscan por no escuchar la Palabra del Señor queriendo inventar lo que no conduce al verdadero amor, sino a la frustración solamente y que atenta contra la familia y nuestra fe”, reafirmó el cardenal Óscar A. Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa a Honduras, en la Misa Campal por el 40 aniversario de la visita apostólica de San Juan Pablo II a este terruño.
Cardenal Rodríguez Maradiaga, en su homilía reiteró “el viaje de San Juan Pablo II fue una gran bendición para Panamá, el recordar los valores sobre los cuales está fundamentada la familia. Hoy día, la familia sigue adelante a pesar de las envestidas”.
Una visita llena de amor y esperanza, aquí en este mismo lugar donde el Vicario de Cristo, invitó a las parejas y a las familias a reconocer su vida matrimonial, porque no existe hoy día institución más atacada, reafirmó Mons. Óscar Rodríguez, aclarando “no es por casualidad que ha llevado al Papa Francisco a realizar dos Sínodos con mucha responsabilidad”.
“En aquel lejano 5 de marzo de 1983, San Juan Pablo II nos recordó, que Dios creó al hombre y a la mujer con diferencia sexual para la unión fecunda, una de las mejores gracias y acto de misericordia. Cuando una familia lucha, perdona y trabaja es porque Dios mismo les ha perdonado y ha trabajado esa fuente de vida de la que nos habló el Sucesor de Pedro, lo que nos lleva a ser muy claros sobre el valor de la familia”, expresó el cardenal hondureño Rodríguez M.
Al respecto, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, ante los hechos ocurridos en la Diócesis de Colón- Kuna Yala, fue muy claro “la familia ejerce un gran papel importante, tenemos que ver dónde están las raíces de este mal. Estoy convencido de que una familia violenta, con miembros violentos, se convierte en una ciudad violenta. Por eso creo y lo hemos repetido mil veces, para combatir la violencia familiar, tenemos que unirnos todos, no vasta solo con las autoridades, toda la sociedad debe tomar conciencia. Ya vasta de diagnósticos, tenemos que ponerle la cura a la violencia en nuestro país”.
Misa Campal que fue concelebraron por los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña, acompañados por el clero de la Arquidiócesis de Panamá y religiosas, celebración en la que gran parte de los asistentes estuvieron presentes hace 40 años junto a San Juan Pablo II.
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