Después de anunciar su salida de Telefónica, César Alierta no tuvo ningún reparo este martes en coger un avión y acudir a la Santa Sede a hablar con el Papa y comunicarle su decisión.
Y es que tal y como había pedido hace un mes, el presidente de Telefónica quiso personificarse en la capital italiana para contarle de primera mano al máximo representante de la Iglesia su decisión de abandonar la primera línea de batalla de la compañía española.
Alierta, presidente de la multinacional española durante los últimos 16 años, mantiene una estrecha relación con el Papa Francisco, por lo que no dudó en manifestarle sus nuevos planes los cuales pasan por focalizar la gestión de la Fundación Telefónica hacia la educación digital.
De hecho, el aragonés reconoció al Papa Francisco que el desarrollo tecnológico es uno de los argumentos básicos para acabar con la miseria en el mundo.
No obstante, los planes de Alierta no pasan por separarse de la compañía puesto que, a sus 70 años, seguirá formando parte del Consejo de Administración de la Compañía y mantendrá el cargo de Presidente Ejecutivo de Fundación Telefónica. A su vez, Alierta ha preparado un relevo ordenado en el que José María Álvarez-Pallete, actual consejero delegado y la mano derecha de Alierta hasta ahora, ocupará su cargo a partir del 8 de abril.