China ha decidido poner fin de una vez por todas a la política del hijo único que ha estado vigente en la República Popular los últimos 35 años.
Y es que, tal y como ha manifestado la agencia de noticias oficial china Xinhua el 27 de octubre su propio gobierno ha decidido la “implementación total” de una nueva política que establece que “una pareja puede tener dos hijos”.
La noticia no deja de ser un cántico a la libertad de las personas y de los matrimonios chinos de decidir cuántos hijos tener pero lo más importante es que con la abolición de la política del hijo único se eliminarán también los más de 400 millones de abortos forzados por el régimen comunista.
La nueva medida ha sido explicada por el propio gobierno que ha dicho que servirá para “mejorar la estrategia de desarrollo poblacional así como para realizar acciones para lidiar con el envejecimiento poblacional”.
No obstante, la libertad para los matrimonios chinos no será total puesto que éstos podrán decidir si no tener hijos, si tener un hijo o si tener dos. El problema seguirá siendo el mismo que el que había en el caso de que una pareja quiera tener tres hijos.