El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha intervenido este mediodía en El Espejo de Madrid de la Cadena COPE desde Cracovia, donde se encuentra con motivo de la JMJ. Entrevistado por el periodista Mario Alcudia, ha explicado que estos días ha impartido varias catequesis, en las que propuso a los jóvenes que «hagamos un camino para descubrir la misericordia, el centro de nuestra vida tiene que ser Jesucristo».
En esta línea, ha incidido en que «la misericordia de Dios es muy concreta, todos estamos llamados a alimentarla en primera persona y los jóvenes tienen una capacidad y una fuerza especial para descubrir esta propuesta, que es del Señor pero que nos ha venido realizada por el Papa Francisco en este Año de la Misericordia. «Tienen unas antenas especiales para ver que esta es la gran tarea que tenemos que tener entre manos para arreglar este mundo», ha añadido.
El prelado se ha mostrado gratamente sorprendido por la cantidad de jóvenes que estos días llenan Cracovia, poniendo como ejemplo el encuentro que mantuvo en el santuario de la Misericordia con cerca de 2.000 madrileños, que peregrinan con la Delegación de Infancia y Juventud de la diócesis. Le gustó «escuchar y celebrar la Misa de la Misericordia, verles en ese silencio profundo, acoger la Palabra del Señor de una manera extraordinaria… Yo les decía: dejemos que el Señor nos pregunte hoy el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Nadie estamos libres».
«Un mundo roto»
Respecto a las palabras del Papa Francisco al encontrarse con los periodistas que le acompañaban en el avión destino a Cravovia, cuando aseguró que «el mundo está en guerra» pero esta «no es una guerra de religión», monseñor Osoro ha subrayado que «un mundo roto, dividido, enfrentado como ha dicho el Santo Padre no es una guerra de religiones, es una guerra que estamos haciendo entre nosotros porque hay unas connotaciones de nuestra existencia que están provocando el romper puentes, tirarnos los trastos unos a otros, que nos sobra alguien, que no somos necesarios todos…». «Todo esto en los jóvenes tiene una fuerza especial, ellos se dan cuenta y quizá no saben cómo arreglarlo, pero es cierto que el Evangelio, y en concreto el Papa Francisco, nos propone la clave para hacerlo en este Año de la Misericordia, que es ese amor gratuito, recuperar la relación con Dios, con el prójimo, etc.», ha aseverado.
Mesa por la Hospitalidad
Como se trataba del último Espejo del curso, Alcudia también ha aprovechado para pedir a monseñor Osoro que haga balance. El periodista ha recordado que, hace unos meses, publicó la extensa carta pastoral Fui forastero y me acogisteis (Mt 25,35): Compartir para multiplicarr y, poco después, dispuso la constitución de una Mesa por la Hospitalidad con representación de diversas instituciones para abordar las crisis de refugiados. Preguntado por esta iniciativa, el prelado ha señalado que es esencial que todos nos pongamos a encontrar soluciones para las personas quetienen que salir de su tierra o país para que encuentren hospedaje en los lugares a los que van, pero también para que no tengan que emigrar, que no se tengan que marchar. «Es una propuesta para todos nosotros que, desde esa Mesa por la Hospitalidad de la diócesis, se trate de buscar soluciones a un conflicto que afecta a personas, familias… Nos tenemos que poner de acuerdo y esa búsqueda solo la puede provocar el sentir que el padrenuestro que rezamos los cristianos, no es una oración más, es un modo de vivir y sentir que somos hijos de Dios y, por serlo, somos hermanos y nadie puede tratar a otro de una manera distinta al título que tiene».