VALENCIA, 8 NOV. (AVAN).- El cardenal arzobispo Antonio Cañizares calificó ayer por la tarde de “intolerable la violencia doméstica porque de la familia debe nacer la paz social”, en el acto de apertura del curso académico del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia celebrado en el campus de Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV).

Cañizares, vice gran canciller de la sección española del Instituto, aseguró que si se quiere la paz debe construirse la familia “sobre la base del respeto profundo de la vida y de la dignidad del ser humano”, pues solo una experiencia de la dignidad y vocación de la existencia humana permitirá ofrecer “caminos alentadores” de futuro a la familia.

Así, la paz está “ligada” a la familia porque esta es el “ámbito privilegiado” en el que la vida humana es “acogida y protegida”; donde el ser humano “es querido, amado y respetado por sí mismo” y aprende la “grandeza” de su condición.

“Aunque parezca a veces una meta inalcanzable, la paz es posible si creemos en la familia, si la fortalecemos y permitimos que esta sea hogar de comunión y amor. En un clima hostil por la indiferencia y el odio, solo salvaremos la paz si salvamos la familia, porque esta es fundamento de la sociedad. El futuro del hombre es inseparable de la familia porque esta es la que permite tener experiencias determinantes de paz”, subrayó.

Una familia donde se dé el “verdadero amor, con puertas abiertas y manos generosas al que lo necesite”

Cañizares recordó que la tarea educativa obliga a los padres a formar a los hijos “en el respeto de la dignidad de cada persona y en los valores de la paz”. Han de hacerse realidad en la familia “la comprensión, la paciencia, el mutuo estímulo, el perdón recíproco, el verdadero amor, con puertas abiertas y manos generosas a cuantos lo necesiten”.

“Si queremos la paz, hagamos posible que las familias vivan abiertas a Dios. Reconocer a Dios nos lleva a la afirmación del ser humano y su dignidad; y el alejamiento de él contribuye al deterioro de la familia”, aseguró.

En ese sentido, Cañizares recordó las palabras del Papa Francisco en defensa de la familia, y del san Juan Pablo II en torno al “aumento de separaciones, abandono de los ancianos y la sistemática exclusión de la natalidad”.

En el acto participaron también Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares y vicepresidente del Juan Pablo II; Juan Andrés Talens, decano de la sección española; Asun Gandía, rectora de la UCV; y el profesor José Manuel Hernández Castelló, que impartió la lección inaugural, titulada “El concepto de fecundidad en la exhortación apostólica Amoris Laetitia: arrostrar la cosificación”.

En su intervención, Hernández Castelló expuso que “Amoris Laetitia” apunta “a un concepto amplio de fecundidad”: el modo de vivir de los miembros de la familia “está en estrecha relación con el mostrar a Dios en la sociedad”.

“En estos momentos en que la sociedad concibe la sexualidad como algo añadido, sin conexión con el ser personal, es importante establecer esta relación. Y puede ser establecida porque disponemos de la ‘teología del cuerpo”’ de Juan Pablo II”, aseveró.

La jornada incluyó la lectura de la memoria del pasado curso -a cargo de su secretario, Francisco Jiménez-, en el que más de cincuenta alumnos realizaron el Máster de Ciencias del Matrimonio y la Familia o la licenciatura en Sagrada Teología del Matrimonio y la Familia.

El Pontificio Instituto Juan Pablo II es independiente y concede títulos dure proprio: licenciatura en Teología, doctorado y master en ciencias del matrimonio y de la familia, con especialización en bioética. Tiene su sede central en la Universidad Lateranense de Roma, y la española está en la Universidad Católica de Valencia. (AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14601&pagina=1

Por Prensa