«Doy gracias a Dios por esta elección. Bien sabéis vosotros que el cardenalato no significa una promoción o un honor, ni siquiera una consideración, es sencillamente un servicio que exige ampliar la mirada y ensanchar el corazón». Así lo ha asegurado este sábado por la tarde el arzobispo de Madrid en una Misa de acción de acción de gracias por su reciente creación como cardenal.
Ante un templo repleto de fieles, el cardenal Osoro ha agradecido las numerosas muestras de afecto recibidas ?sin dejar que «ningún atisbo de mundanidad» las ensombrezca como les pidió Francisco?y ha subrayado que su tarea ahora es «ayudar» al Sucesor de Pedro «mirando como el Señor las necesidades de todos los hombres que habitamos esta casa común que es toda la tierra y ensanchando el corazón para que puedan recibir la buena nueva sin retirar a nadie».
Como les dijo el propio Papa en su homilía en el Consistorio de la semana pasada, es importante que «amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen y rueguen por los que los difaman». «Perdón por las veces que, junto a vosotros, no he sabido decir y vivir lo que el Papa Francisco tan bellamente nos dijo», ha aseverado el purpurado.
Vivimos una época marcada por «fuertes cuestionamientos e interrogantes a escala mundial», en la que «surgen la exclusión y la polarización como únicas formas posibles de resolver los conflictos». «El desconocido, refugiado o emigrante o se convierte en amenaza o le damos el título de desconocido. La fuerza y el secreto de Jesús se esconde en que nos dice siempre que en el corazón de Dios no hay enemigos, Dios tiene hijos y nosotros si acogemos a Dios tenemos hermanos. ¡Qué bien nos viene recordar a nuestra madre Santa María en esta advocación entrañable de la Almudena, pues nos ratifica que lo nuestro es ?haced lo que Él os diga?, es decir, quitar muros, romper distancias y barreras», ha señalado el arzobispo, alentando a los presentes que pidan por él «para que nunca se cuele en mi vida el virus de la polarización y enemistad en las formas de pensar, sentir, y actuar».
Esta llamada a vivir como hermanos, según ha subrayado, resuena especialmente ahora que comienza el nuevo año litúrgico en este primer domingo de Adviento. Tenemos que caminar por las «sendas» del Señor «conversando y meditando», conscientes «del momento que vivimos, de las necesidades y urgencias que tienen todos los hombres, de la necesidad de construir un mundo de hermanos». Y hacerlo «con coraje», con «la esperanza que Él nos da».
Junto al cardenal Osoro han concelebrado el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida (Venezuela) ?por cuyo país ha pedido oraciones el cardenal Osoro?; el cardenal José Manuel Estepa, arzobispo emérito castrense y antiguo profesor del cardenal Porras; el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, y el obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora; así como los vicarios episcopales; el Cabildo Catedral, y numerosos presbíteros.
También han estado presentes el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary Bakry; el arzobispo vicario patriarcal en España de la Iglesia siriaca ortodoxa de Antioquía, Mons. Nicolaos Matti Abd Alahad; el obispo ortodoxo rumano de España y Portugal, Mons. Timotei; el obispo de la Iglesia española reformada episcopal, Carlos López Lozano, y el capellán de la St. George?s Anglican Church, Rvdo. Paul Ormrod.
Al concluir la celebración, el vicario general de la diócesis, Avelino Revilla, ha dado las «gracias de corazón» y ha pedido «que Dios guíe sus pasos», entregando al cardenal Osoro un papiro con una cita de san Pedro Poveda: «Hay que hacerse todo para todos a fin de ganarlos a todos para Cristo: si hay que velar se vela; si hay que sufrir, se sufre; si hay que humillarse, se humilla; si hay que pedir limosna, se pide; si hay que enfermar, se enferma; si hay que morir se muere, pero se muere en la batalla, con honra y con gloria, con Cristo, en nombre de Cristo y para gloria de Cristo».
Después, numerosos fieles y sacerdotes se han acercado al arzobispo para felicitarlo personalmente por su creación como cardenal y trasladarle sus mejores deseos.