El Papa Francisco llegó este domingo a Bangui para mandar un mensaje de paz a su sociedad y para intentar que la violencia interreligiosa cese en la República Centroafricana, uno de los países más peligrosos del continente africano.
Y es que, según dijo el máximo representante de la Iglesia, hay que intentar construir por encima de destruir, algo en lo que debemos de reflexionar todos los ciudadanos del mundo para vivir en armonía.
“Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico”, afirmó Francisco.
No obstante, el Papa no se olvidó de las personas que pueden ayudar a los más desfavorecidos puesto que según recordó “hay que hacer lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana”.
Bajo un amplio dispositivo de seguridad, el Santo Padre recorrió las calles del país para finalmente poder mandar el mensaje de paz y reconciliación que tanto ansiaba el argentino, muy preocupado por la guerra civil que ha vivido el país en los últimos años.