El máximo mandatario de la Iglesia cristiana no ha dudado en pedir a los pobres que recen por la conversión de los ricos y de los indiferentes ante el dolor y el sufrimiento de sus hermanos.
Y es que, durante la audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano, el argentino quiso dejar claro este mensaje mientras se dirigía a 200 enfermos y personas minusválidas, acompañadas por el cardenal de Lyon, Philippe Barbarin.
“Oren por muchos ricos que se visten de púrpura y hacen fiesta con grandes banquetes, sin darse cuenta de que a sus puertas hay tantos Lázaros ansiosos de lavarse y comer en sus mesas”, afirmó en sus palabras el Papa.
Por eso, tal y como dijo, “les pido que oren por los culpables de su pobreza para que se conviertan” haciendo especial hincapié en que “los tesoros de la Iglesia son los pobres”.
No obstante, este mensaje del Papa no hace referencia sólo a los ricos de dinero sino también a los “sabios, a los que ahora ríen y les gusta ser adulados” como también “ a los hipócritas”.
“Jesús fue muy severo y reprendió vigorosamente a las personas que no acogen el mensaje del Padre”. Y así, recordó: “bienaventurados los pobres, los que tienen hambre, los que lloran, los que son odiados y perseguidos”, recordó el Papa haciendo alusión a las bienaventuranzas en el Evangelio de Mateo 5, 6 y 7.