Los kioskos de Francia se han llenado de la imagen del Papa Francisco después de que la revista Paris Match haya elegido una imagen del Santo Padre sobre una ventana de la residencia de Santa Marta para presentar la entrevista que éste concedió a la periodista Caroline Pigozzi.
En el interior del magazine, el máximo representante de la Iglesia habla extensamente de algunos de los temas que más preocupan a la sociedad cristiana llegando incluso a hablar de temas más personales poco habituales a tratar por el Papa.
De hecho, el Papa Francisco no tiene ningún reparo en hablar sobre su sencillez puesto que según dijo “siempre he sido un cura de la calle”.
«No he abandonado completamente mi ropa negra ni el clériman debajo de la sotana banca”, reconoció.
Preguntado por cómo le ha cambiado la vida desde que es Papa, el máximo representante de la Iglesia reconoció que “veo a mucha gente, mucha más que en Buenos Aires y cuando abrazo a un fiel, sé que Jesús me abraza». Pese a ello, el Pontífice sabe muy bien cuál es su papel aunque tal y como reconoce “me gustaría también comer una buena pizza con amigos, pero sé que no es fácil, es casi imposible”.
También habló de la importancia que se le da al dinero en la sociedad, reconociendo que «el capitalismo y el beneficio no son diabólicos» y advirtiendo que hay que «renunciar al egoísmo y a la avaricia para que todos vivan un poco mejor».
«Si la codicia está en la base de nuestro sistema social y económico, entonces nuestras sociedades se dirigen a la ruina. Tenemos que cultivar y proteger el don que nos ha sido dado y no explotarlo de forma irresponsable. Tenemos que cuidar a quienes no tienen el mínimo necesario y empezar a afrontar las reformas estructurales que favorezcan un mundo más justo», sentenció.