Analizamos dos piezas documentales pertenecientes a los Archivos Arzobispal y Catedral de Sevilla relacionados con la figura de Antonio Martínez de Cala, más conocido por Elio Antonio de Nebrija. La primera de ellas es el expediente que en 1779 la hermandad de los Santos Mártires, contemporánea en su creación y vinculada a su figura, presenta ante el Real Consejo de Carlos III para aprobación de sus reglas y provisión de su cátedra de Gramática. La segunda, muestra apuntes genealógicos del ilustre humanista a través del expediente de limpieza de sangre de 1588 de su descendiente, Martín de Cala.
La hermandad de los Santos de Lebrija presenta en 1779 por requerimiento real sus reglas y provisión de su cátedra, cubierta mediante oposición e impartiendo latín desde su origen de manera gratuita en la ciudad. Dicha cátedra fue establecida tres siglos antes por la prestigiosa hermandad, contando para su mantenimiento con la generosa asignación de 1.000 reales de vellón, al ser Lebrija “lugar populoso y cabeza de partido”. Tal cantidad provenía desde 1495 de una dotación de misas que le permitía cumplir su ambiciosa misión de “alcanzar la felicidad pública y educar la juventud”, así como “subvenir a los niños necesitados que siguieren en esta villa el curso de las letras, siempre después de construidas las casas de estudio en el solar que fue casa del maestro Elio Antonio, en honor y memoria suya”.
La creación de este expediente es consecuencia del pleito interpuesto seis años antes a la hermandad por uno de los opositores al puesto de profesor de gramática ante la Real Audiencia. Su frustración por no haberla obtenido, provocó su denuncia y posterior requerimiento de presentación de documentación que sustentara la provisión del cargo de maestro de primeras letras. El resultado es este memorial, particularmente rico en información de la institución, especialmente en lo relacionado con el complejo entramado de provisión de sus plazas.
El expediente incluye un dibujo del escudo de armas de la hermandad, con las iniciales Z y J en su insignia, simbolización de la consigna “Zelo por la Juventud” y el apercibimiento por real acuerdo de la obligatoriedad de eliminar las armas reales del mismo.
Perteneciente al fondo capitular es el traslado del expediente de limpieza de sangre que Martín de Cala realiza en 1588 ante el alcalde ordinario de Lebrija para ser admitido “a donde su derecho convenga”. Lo que llama la atención de la probanza, es la importancia que el pretendiente da al hecho de ser familiar “del maestro Antonio de Lebrixa” hermano de su bisabuelo por parte de madre. Para ello presenta en portada el árbol genealógico de ascendencia que los vincula, remontándose hasta 3 generaciones. Estos expedientes aportan gran riqueza informativa a cualquier estudio histórico-biográfico, informando como testigos en el caso que nos ocupa dos cristianos viejos cercanos a la familia y con clara posición social en la ciudad. Ambos se encargarán de investigar la autenticidad de los datos e instruir el expediente. Para ello afirman que el aspirante es “Christiano de limpia, noble e honrada generación, e de las más principales desta villa e no penitenciado por el Sto. Oficio de la Inquisición e descendiente del Maestro Antonio de Lebrixa”, el andaluz más universal.
Nuria María Prados Torres
Archivera de los Archivos Arzobispal y Catedral de Sevilla. Institución Colombina.
Fuente original: https://www.archisevilla.org/elio-antonio-de-nebrija-iii-documentos-de-los-archivos-arzobispal-y-catedral-de-sevilla/