La ciudad americana de Georgia no hizo caso a la voz del Papa y acabó ejecutando por pena de muerte a Kelly Gissendaner, primera mujer en ser ejecutada en esta ciudad americana en los últimos 70 años.
Y es que, pese a que el Papa había pedido clemencia para esta mujer de 47 años, la Corte Suprema de EEUU, la Corte Suprema del estado de Georgia, la Junta de Indultos y Libertad Condicional rechazaron las solicitudes de suspensión de ejecución.
De hecho, una de ellas había sido pedida por el propio Papa Francisco. El máximo responsable de la iglesia aprovechó su gira por el país americano para mandar un mensaje a todos los partidarios de esta sentencia que acaba quitando la vida a muchas personas a lo largo del año en algunos estados de América.
Cabe recordar que Gissendaner fue condenada a muerte después de haber planeado la muerte de su marido en 1997, la cual curiosamente, fue realizada por el amante de la mujer, Gregory Bruce Owen. Precisamente éste no fue condenado a muerte ya que el autor material del homicidio fue condenado a cadena perpetua.
Pese a que finalmente la decisión de arrebatar la vida a Kelly se retrasó por una serie de apelaciones de último minuto a nivel estatal y federal, la ejecución se acabó llevando a cabo desoyendo también la voz del Papa Francisco.