La medida del alcalde de Valencia, Joan Ribó, de retirar todos los símbolos cristianos del cementerio ha dado mucho que hablar no sólo en la ciudad del Turia sino también en el resto del país.
No obstante, la decisión de Ribó no sólo ha afectado a los cementerios ya que el alcalde ha querido ir aún un paso más allá transformando las capillas del crematorio y el tanatorio del cementerio General donde se ofician los funerales en recintos sin atributos religiosos.
Dicha decisión ha molestado a muchos de los ciudadanos valencianos puesto que ya hay una sala de servicios laicos y no se explican una decisión que va a quitar de escena cruces, vidrieras con ornamentación cristiana, cálices, biblias y hasta manteles con bordados alusivos a la religión cristiana
Dadas las críticas recibidas, la concejal de Valencia, Pilar Soriano, ha recordado que “el Ayuntamiento de Valencia ha comenzado la transformación de las dos salas en unas estancias neutras para quienes no profesan ninguna creencia».
Así pues, entre los actos llevados a cabo ha estado la retirada de la imagen de la Mare de Déu de la capilla del tanatorio, se ha tapado la vidriera que posee una imagen religiosa, se ha quitado el mantel con bordados de cruces y se ha sustituido por dos de color negro adamascados, se ha retirado un cirio utilizado en misa.