Enrique Cabrera, miembro de Rosario de hombres en Córdoba, desvela el origen y objetivo de esta iniciativa que llega a la Diócesis
El 8 de octubre los hombres de Córdoba están convocados en el Bulevar Gran Capitán para rezar el Rosario. Es una invitación a la oración y a mostrar la fe de personas anónimas que a menudo rezan en casa o en la Iglesia. Ahora se disponen a invadir las calles también de otras ciudades como Santiago de Compostela, Tenerife, Madrid o Sevilla.
Hace algún tiempo, la iniciativa llegó a España, después se extendió por diversos países hispanoamericanos, porque miles de hombres creen en la necesidad de rogar a María, precisamente por su condición de hombres.
¿Dónde y por qué surge la idea de rezar el Rosario en la calle? ¿Por qué solo hombres?
Nace en Polonia y se ha extendido por todo el mundo, sin ningún afán organizativo de carácter formal, no hay intención de tener leyes, ni cargos, ni estatutos. Sin distintivos eclesiásticos en las publicaciones que invite a pensar en otra cosa que no sea una iniciativa seglar. Se busca sencillamente que varios varones recen el Santo Rosario en un lugar público, nada más y nada menos.
Con esta iniciativa, exclusiva de seglares, no significa esto que no participen sacerdotes, religiosos o consagrados, se busca revalorizar el lugar del hombre en la sociedad, que está atacado por todos los frentes, a través, básicamente de la Ideología de género, que pretende crear una sociedad débil e insegura y destruir a la familia. Se pretende ayudar al hombre a ser testimonio de vida, con la oración, el trabajo y la defensa de la familia a ejemplo de San José.
Es como si los diferentes carismas y apostolados que hay en la Iglesia: educación, atención a los más necesitados, clausura, no debieran ser por no incluir cada una de ellos a los restantes. No son excluyentes son complementarios.
¿Está pensado el Rosario público para rezar por la Iglesia y los sacerdotes?
Bien sabemos que María es la Madre de la Iglesia y que los sacerdotes son los hijos predilectos de la Madre del cielo, ambos tanto la Iglesia como los sacerdotes en todo momento, pero especialmente en nuestro tiempo están siendo especialmente atacados, por ello estarán siempre presentes, más las intenciones del Rosario Público de hombres son muy variadas y aunque comunes se adaptan y concretan según el país.
Así por enumerar algunas: por los hermanos perseguidos; por la Iglesia cismática alemana; por la patria, tan denostada y dividida; reparación ante sacrilegios y profanaciones; fin de los conflictos armados; por el fin del aborto, muy especialmente por la conversión personal, sin la cual no hay salvación.
¿Consideran necesaria la defensa pública de la fe?
Es vital llevar la fe al ámbito público, la vida cristiana se ha relegado al ámbito privado y se ha excluido a Dios de la esfera pública, han convencido a los cristianos de manera sibilina que nuestra fe debe vivirse de puertas para dentro. El Rosario Público de hombres busca mostrar y reafirmar el carácter público de la fe llevándola a las calles. Por eso el Rosario de hombres se realiza siempre en lugares públicos y abiertos.
En mi caso, como el de otros muchos, al ver por primera vez aquellos hombres en Polonia postrados en una plaza rezando el Santo Rosario, algo se clavó en mi interior y no ha hecho otra cosa que crecer hasta ahora.
¿Qué significa en Córdoba llevar a cabo este acto de fe pública en el centro de la ciudad?
Significa defender la fe en tiempos difíciles y hostiles. Significa que Cristo es cruz, que sabemos que la cruz en nuestro mundo no vende, pero que no hay más camino para llegar a Cristo que la cruz. Significa que queremos estar en las calles resistiendo a la presión de que la fe debe ser vivida exclusivamente puertas adentro o en las Iglesias. Significa que la batalla en la que estamos inmersos, batalla social, cultural, moral, no se entiende si no caemos en la cuenta que en la base de todo hay una lucha espiritual, del bien contra el mal, nada nuevo, pero si especialmente intensa en nuestro tiempo y que además de los sacramentos y la oración, el medio concreto que se nos ha dado para vencer al mal es el rezo del Santo Rosario. María así lo ha querido y lo ha manifestado en múltiples ocasiones.
La fe se acrecienta cuando se comparte y esto lo saben los enemigos de la fe, por eso quieren evitarlo.
¿Está teniendo buena acogida esta invitación al rezo del Santo Rosario entre los cordobeses?
En realidad no hay camino andado y la iniciativa está aún gestándose, es el primero que se va a tener. Pero si sabemos que en el Rosario Público celebrado en la ciudad el 12 de mayo pasado la participación fue muy numerosa. Sabemos que la generosidad de la gente es grande y que el Espíritu Santo y la Madre del cielo trabajan en equipo. Se podría esperar, ciertamente, lo mejor.
De todas formas el Rosario Público de hombres, tiene su propia peculiaridad, es decir, no busca grandes números en las convocatorias, ni de ir creciendo la asistencia cada vez más. Es bueno si es así, pero tiene más valor la conciencia y el amor de los participantes que su número.
¿Cómo puede inscribirse un hombre en este acto de oración pública?
No hay inscripción, tratamos de simplificar y quitar formulismos. Trataremos de hacer el contacto lo más personal posible con cada participante y transmitirle el espíritu de este acto para vivir con la mayor autenticidad y fervor el rezo de cada Santo Rosario. Para ello tenemos pensado configurar un grupo por WhatsApp de participantes y hacer llegar todo lo que se pueda para ayudar a este fin.
En la próxima convocatoria del día 8 de octubre, día de Ntra. Sra. del Rosario, están representados los cinco continentes, unos treinta países, desde Argentina a Australia, incluso naciones tan ajenas al catolicismo como Malasia y Zambia. Se han involucrado un centenar de ciudades y miles de personas implicadas. Deseamos con esta iniciativa arrancar del cielo gran cantidad de gracias. Ojalá sea así, porque lo necesitamos, y mucho.
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Fuente original: https://www.diocesisdecordoba.es/noticias/la-fe-se-acrecienta-cuando-se-comparte