En los organismos eclesiales más activos durante el período estival se esperaba con cierta inquietud el primer verano “normal” tras la pandemia. Es el caso de la Pastoral Juvenil, que ha retomado en julio y agosto su programación con una variada oferta social y espiritual dirigida a los jóvenes pertenecientes a distintos movimientos, hermandades y parroquias. El resultado ha superado las expectativas más optimistas y sitúa este sector de la pastoral diocesana con la mejor predisposición, ante un curso que concluirá con la celebración en Lisboa de la Jornada Mundial de la Juventud.
Tras dos años muy difíciles, en los que las limitaciones para el contacto directo, personal, ha ralentizado notablemente la labor que la Iglesia diocesana desarrolla en los ámbitos juveniles, el organismo que dirige el sacerdote José Francisco Durán ha retomado con fuerza su presencia en un sector sin duda prioritario. La agenda veraniega de la Pastoral Juvenil sevillana ha estado repartida entre los campos de trabajo con Cáritas Diocesana y la celebración de la Peregrinación Europea de Jóvenes a Santiago de Compostela. “En ambos casos, el balance no puede ser más positivo”, afirma Durán, quien no duda en destacar la estela favorable que se deriva de ambos acontecimientos con la vista puesta en un curso pastoral que se avecina intenso.
“Promover el voluntariado diocesano”
Los campos de trabajo han supuesto una experiencia “plena” para los 16 jóvenes –algunos de ellos procedentes de otras diócesis- que han conocido de primera mano la labor que desarrolla Cáritas en sectores como la inmigración, las mujeres víctimas de trata o las personas mayores. Esta iniciativa de Cáritas tiene asegurada su continuidad, y de cara al próximo verano se trabaja en un proyecto global, a nivel nacional, “para promover el voluntariado diocesano, una opción que implica mayor compromiso, como opción de vida”, destaca el delegado diocesano de Pastoral Juvenil.
Vivir la pertenencia a la diócesis
La Peregrinación Europea de Jóvenes congregó camino de la capital gallega a trescientos jóvenes sevillanos, con el arzobispo, monseñor José Ángel Saiz, al frente. Su organización ha supuesto un reto logístico, y la primera conclusión que saca el responsable diocesano es que “ha quedado demostrada la consolidación de la Pastoral Juvenil”.
El primer logro, tanto de los campos de trabajo como de la peregrinación, ha sido la consolidación del concepto de “diocesaneidad” entre los jóvenes, con independencia de su procedencia o adscripción. “Los jóvenes han regresado con la ilusión de saberse parte de una diócesis, han podido sentir esta vivencia de comunidad”, subraya Durán. “De hecho –añade- estas experiencias siguen la forma de trabajo de la Delegación”. “No tenemos unos miembros específicamente de la Delegación Diocesana, más bien atendemos aquí a chicos y chicas que pertenecen a movimientos y comunidades de diversa índole”, aclara.
El hecho de que el arzobispo haya acompañado a los jóvenes en esta peregrinación ha propiciado momentos de escucha mutua, y todos han podido sentir la cercanía de su pastor. Además, el delegado diocesano destaca que “no se ha parado en el confesionario”, un dato muy orientativo para calibrar lo que ha supuesto esta peregrinación en el itinerario de fe de los trescientos jóvenes peregrinos.
¿Los jóvenes se sienten atendidos por la Iglesia? El responsable de esta área pastoral responde a esta cuestión en una doble vertiente. “Por un lado, puedo afirmar que la Iglesia diocesana apuesta por los jóvenes, sin duda, la Iglesia en Sevilla está preocupada por los jóvenes”. Otra consecuencia del trabajo que se lleva a cabo desde la Archidiócesis es que “los jóvenes se van reconociendo en este tejido diocesano”. “Los jóvenes necesitan sentirse arropados”, agrega José Francisco Durán.
Grupos en las parroquias
Todas las áreas pastorales trabajan en la extensión de su labor en los ámbitos parroquiales. Y la Pastoral Juvenil no es una excepción. El delegado diocesano destaca el trabajo que se realiza en este ámbito desde algunas parroquias, entre las que destacan la de San Agustín de Alcalá de Guadaira, o la de Santa María de las Flores y san Eugenio, ésta última en la capital. “Este es el camino, crear grupos de pastoral juvenil en el seno de las comunidades parroquiales”, afirma.
La cita de la JMJ en el horizonte
La celebración de las jornadas mundiales de la juventud condiciona inevitablemente el curso pastoral previo. Parte de las iniciativas programadas para estos meses están orientadas a la preparación de los jóvenes se darán cita con el papa Francisco entre los días 1 y 6 de agosto. Un encuentro que, a la vista de experiencias anteriores, supondrá un refuerzo de la necesaria conexión entre los jóvenes y una Iglesia que no les es ajena.
Fuente original: https://www.archisevilla.org/la-iglesia-en-sevilla-esta-preocupada-por-los-jovenes/