VALENCIA, 17 ENE. (AVAN).- Las Esclavas de María Inmaculada han clausurado en Valencia el centenario de su fundadora, la beata valenciana Juana María Condesa Lluch (Valencia, 1862 – 1916), con una misa coincidiendo con su festividad litúrgica.

La eucaristía fue presidida ayer por el obispo emérito monseñor Joan Piris, en la Casa General de la congregación, ubicada en la calle Balmes, 27, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la congregación.

Igualmente, en la celebración participaron alumnos de distintos cursos, las religiosas, las mujeres atendidas en la residencia “Juana María”, regida por la congregación en Valencia, así como amigos, antiguas residentes, antiguos alumnos y profesores del colegio Esclavas de María.

Durante la celebración fue clausurado el centenario del fallecimiento de Juan María Condesa, cuya apertura presidió el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en 2016, durante el que la congregación ha organizado distintas actividades y celebraciones, como grupos de espiritualidad, conferencias y una exposición con fotografías, vídeos y objetos sobre la historia de la congregación y todas sus fundaciones.

También el pasado año se inauguraron las nuevas vidrieras de la capilla de la Casa General que representan motivos relacionados con la fundadora como la Eucaristía, el Sagrado Corazón o la mujer trabajadora, entre otros.

Igualmente, ayer por la mañana, en el colegio de las Esclavas de María Inmaculada, ubicado en la calle Ayora, 24, de Valencia, también se celebraron misas con la participación de alumnos. Precisamente, alumnos del centro escolar estrenaron este vienes el musical “Seda” sobre la vida de su fundadora, y que volverán a ofrecer los días 21 y 28 de enero así como el 3 de febrero.

El guión del musical ha sido preparado por profesoras del colegio que han redactado los textos tomando como música canciones ya compuestas y su título, “Seda”, hace referencia al sector laboral a cuyas trabajadoras más desamparadas protegió y ayudó́ la beata Juana María Condesa.

Juana María Condesa Lluch nació en Valencia en 1862 y desde que, con 18 años, vio a mujeres obreras sin recursos saliendo de industrias en condiciones inhumanas, la mayoría trabajadoras de la seda, entendió que “su misión era acoger en un hogar lo que otros dejaban en la calle”.

Por ello, abrió una casa de acogida para mujeres obreras “en la que ofrecer condiciones dignas para poder vivir, así como formación humana y cristiana y una escuela para los hijos de las obreras”.

Con este carisma fundó en 1884 la congregación de las Esclavas de María Inmaculada e Hijas de Santa Teresa, conocidas entonces como “protectoras de las obreras”. Juana María Condesa falleció el 16 de enero de 1916 y sus restos mortales reposan en la Casa Generalicia en Valencia. Fue beatificada por san Juan Pablo II en 2003.

La congregación, en Valencia y en el mundo

Las religiosas rigen en Valencia la residencia “Juana María” desde la fundación de la congregación, cuando fue “creada para la atención humana, espiritual y formativa de mujeres obreras sin recursos bajo el carisma de la fundadora”. Actualmente, acoge a cerca de medio centenar de mujeres que reciben formación básica y apoyo de trabajadoras sociales.

También cuentan en Valencia con un grupo de voluntarios que ofrece clases de español y sobre costumbres españolas y valencianas a inmigrantes, en gran parte de países del Este y subsaharianos, y talleres de inserción socio laboral con asesoramiento para buscar empleo.
Por otro lado, las religiosas rigen en Valencia el colegio Esclavas de María Inmaculada, que cuenta con cerca de 1.200 alumnos que cursan desde Infantil hasta Bachillerato.

En la actualidad, la congregación está presente en ocho ciudades en España y en otros cinco países: Italia, Chile, Panamá, Perú y Guatemala. (AVAN)

(FOTOGRAFÍAS: A. Saiz/AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14889&pagina=1

Por Prensa