El Papa Francisco no dudó este domingo en mostrarse una vez más al lado de los más desfavorecidos. Y es que, después del Angelus realizado en el Vaticano, el argentino tuvo unas palabras para pedir ayuda a los más necesitados.
Por ello, Jorge Mario Bergoglio se dirigió a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa pidiéndoles ayuda para “acoger a una familia de refugiados”.
«Me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que en sus diócesis atiendan mi llamamiento; recuerdo que Misericordia es el segundo nombre del Amor», dijo el Papa.
Y es que, tal y como expresó en sus palabras de conciliación y de ayuda, “frente a la tragedia de decenas de miles de prófugos que huyen de la guerra y del hambre, el Evangelio llama a atender a los más pequeños y abandonados».
Tras ello, muchos son los obispos que no han dudado en seguir el ejemplo del Papa para transmitir a sus familias parroquiales la necesidad de poder ayudar a personas que están huyendo de su país por una guerra que no sólo ha destrozado su patrimonio sino también miles de familias. De hecho, los datos dicen que si cada parroquia acogiese a una familia de refugiados, la Iglesia podría recibir cerca de un 75% más de refugiados que los que pide Europa.