La familia tiene en la Archidiócesis de Sevilla cinco centros donde sentirse acompañada, comprendida y defendida. Cinco espacios de atención, escucha, formación y encuentro que permiten sacar lo mejor de esta vocación al amor, aun cuando se presentan las dificultades o las crisis.
Así lo testimonian miles de familias acompañadas durante los últimos diez años en los Centros diocesanos de Orientación Familiar (COFs) ubicados en distintos enclaves de la Archidiócesis. Concretamente, el COF de San Sebastián, en la parroquia homónima de Sevilla; el COF de Triana-Los Remedios, en Avenida de Coria, 10; el COF de Dos Hermanas, con sede en la calle Real Utrera, 11A; el COF del Aljarafe, sito en la Parroquia del Espíritu Santo, de Mairena del Aljarafe; y finalmente el COF de Osuna (Calle San Pedro, 16).
Todos estos Centros de Orientación Familiar prestan servicios de asesoramiento en los campos de la orientación, la terapia y la mediación familiar, ayuda psicológica para niños y adultos, formación en educación afectivo-sexual y reconocimiento natural de la fertilidad, y asesoramiento legal y en derecho canónico para matrimonios, entre otros temas.
Para ello cuentan con más de 70 voluntarios (entre 20 y 25 por COF) que hacen posible este acompañamiento integral a la persona y la familia. Su perfil es variado, desde jóvenes a mayores; en su mayoría profesionales sanitarios especializados en mediación familiar y atención psicológica o psiquiátrica, pero también hay obstetras, expertos en adicciones y matrimonios de acogida que han realizado una formación específica entre la que se incluye el Máster en Pastoral Familiar, coordinado actualmente por la Asociación Persona y Familia.
Testimonios
“Después de más de 30 años de feliz matrimonio, una grave crisis lo amenazaba. Un auténtico huracán iba destruyendo lo que tanto amábamos. Con la confianza destrozada, la comunicación destruida y el ego altanero, los problemas se fosilizaban. Todo dejó de funcionar”. Así llegó este matrimonio (que prefiere quedar en el anonimato) al COF de Triana-Los Remedios, buscando una ayuda “discreta, profesional, con gente sin prisa, sensible, capaz de entender nuestras terribles batallas”. Les sorprendió que “desde el principio todo estaba muy bien cuidado” y que “un sorprendete saber hacer humano, a la vez que profesional” propició una “notable mejora” en su matrimonio. Sesión tras sesión entendieron que “nuestras ilusiones y sueños como familia todavía tenían esperanza”. Ahora, con su matrimonio nuevamente encauzado, confiesan sentirse agradecidos a aquellos que “nos tomaron de la mano cuando ya no podíamos caminar. Impagable es vuestro trabajo hecho con tanta dulzura, cariño y generosidad”.
En esta línea se expresan Inma y Juan Carlos, casados desde hace más de 25 años. Explican que “nuestro matrimonio pasaba por un momento de estancamiento y apatía”, por lo que decidieron buscar ayuda externa. De la atención en el COF de San Sebastián destacan “la capacidad de escucha, la experiencia de los acompañantes y su apuesta continua y en positivo por nosotros. Ellos han sabido bucear, durante las reuniones en el Centro, para encontrar los indicios de lo bueno que habíamos compartido en estos años de matrimonio y todo aquello por lo que merecía la pena continuar. Nos han empujado a dialogar, a buscar objetivos comunes y a cuidar detalles”.
Son solo dos testimonios de parejas que acudieron al COF y salvaron sus matrimonios. Pero, muchas veces, explican los propios voluntarios, no hace falta estar en crisis para requerir ayuda. Es el caso de otro matrimonio, cuyos nombres prefieren ocultar, que acudieron a estos centros solicitando asesoramiento en su vida marital tras una enfermedad grave de uno de los cónyuges. “Esto nos afectaba no solo en el plano físico, sino también psicológico y espiritual”, recuerdan. “Desde el primer momento, la atención que recibimos fue excepcional. Al tratarse de un tema delicado, la sensibilidad que se nos transmitió fue determinante para abordar temas un tanto incómodos para nosotros”. En definitiva, añaden, “nos sentimos muy acompañados y muy tranquilos de saber que lo que allí se hablaba y planteaba no ofendía al Señor y que, por tanto, nuestros cimientos como matrimonio se afianzaban más aún en la sólida roca que es Cristo”.
Esta ayuda no se ofrece únicamente a matrimonios, sino también a personas que de forma individual están pasando por un mal momento. Así, se acompaña durante un duelo difícil de superar, problemas de adicciones, divorcios traumáticos o problemas de comunicación con los hijos, por ejemplo.
Lo que es evidente es que la Iglesia responde ante las inquietudes y sufrimientos de la sociedad. Concretamente, gracias a los Centros diocesanos de Orientación Familiar miles de personas han obtenido durante los últimos diez años soluciones a sus problemas y, sobre todo, han sido testigos de la propuesta luminosa de seguir la llamada de Dios a entregarse en la vida matrimonial y familiar como camino hacia la santidad y, en consecuencia, a la felicidad.
Fuente original: https://www.archisevilla.org/los-cofs-una-respuesta-de-la-iglesia-a-la-familia/