El pasado sábado, 21 de mayo, el arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses coronó a Santa María de Escardiel, titular de la Hermandad de Nuestra Señora de Escardiel de Castilblanco de los Arroyos.
Este acontecimiento ha supuesto una enorme alegría para el pueblo que se vistió de gala para tan magno evento y en el que, desde bien temprano, se palpaba un día especial que quedaría para siempre en los anales de su historia. Rebosaba de alegría Castilblanco que, tras dos años de espera, se disponía por fin a cumplir el deseo de ver a su Virgen de Escardiel, coronada. Como bien describe su director espiritual, el sacerdote Pablo Colón, tras dos años de espera, Santa María de Escardiel “ha devuelto la alegría y la confianza en una tarde preciosa, de fiesta interior, pero de fiesta también en los corazones en los cuales Ella ha devuelto una espera tan larga”.
Sin duda, una fiesta diocesana en la que don José Ángel, ha manifestado que también para él ha sido una jornada muy especial por ser su primera coronación.
La misión de Escardiel
La emoción embargó a los numerosos hermanos y devotos que se acercaban a la parroquia para contemplar de cerca a la Virgen de Escardiel, entronizada en su paso. La espera había terminado y Castilblanco y la Archidiócesis se disponían a vivir una jornada histórica, pues esta sería la primera coronación canónica tras los dos años de pandemia. Dos años de espera y gozo contenido, donde la hermandad fue labrando la más hermosa corona, la de su obra social “La Misión de Escardiel”, que a tantos niños de familias vulnerables que residen en esta localidad sevillana socorre semana tras semana.
Numeroso cortejo
En torno a las seis de la tarde salía de la Parroquia Divino Salvador, Nuestra Señora de Escardiel, imagen de estilo fernandino, que ponía el broche de oro al cortejo que se iniciaba con la cruz de Maireles, seguido de los miembros de la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer, las madrinas de la Coronación, a quienes les seguían los niños que portaban las coronas del Pastorcito Divino y su Santísima Madre. Tras ellos, numerosas mujeres ataviadas con la mantilla española ponían color a una tarde sin precedentes para esta comunidad parroquial. Poco a poco fueron saliendo las diferentes insignias portadas por hermanos y devotos, así como las representaciones de un gran número de Hermandades de la Archidiócesis junto con las Hermandades de Penitencia y Gloria de la Villa.
A los sones del Carmen de Salteras y a hombros de sus costaleros, se fue aproximando el recinto pontifical en plena Avenida del Puente, arteria del barrio donde Escardiel “es todo y todo es Ella”. Barrio ligado a la historia de la Hermandad que desde siglos ha demostrado por esta imagen un amor desmesurado y que el pasado sábado fue testigo de cómo a las 20:37 horas el arzobispo Saiz ceñía sobre las sienes del Pastorcito Divino y de su Santísima Madre las coronas que, con enorme ilusión, previamente fueron portadas por niños del pueblo, cumpliéndose así el anhelo de todos los allí presentes que con lágrimas en los ojos disfrutaban de tan esperado momento.
En la solemne Misa estacional de Coronación participó el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Marcelino Manzano; el vicario episcopal de la Zona Norte de la Archidiócesis, Enrique Barrera; el director espiritual y párroco del Divino Salvador de Castilblanco de los Arroyos, Pablo Colón; el sacerdote e hijo del pueblo, Antonio Gálvez junto a varios sacerdotes del arciprestazgo de Villaverde, diáconos y seminaristas.
El acompañamiento musical estuvo a cargo del Coro de la Hermandad de Escardiel. Una vez culminada tan gratificante jornada, solo queda pedir a Nuestro Señor que este acontecimiento de gracia sirva para que los hermanos y devotos de Santa María de Escardiel crezcan como comunidad cristiana y peregrinen siempre teniendo a la Virgen como modelo de humildad y entrega sin reservas a la voluntad de Dios.
Texto: Maricarmen Hernández
Fotografías: Manuel García
Fuente original: https://www.archisevilla.org/santa-maria-de-escardiel-coronada/