Cientos de madrileños han abarrotado este lunes la catedral de Santa María la Real de la Almudena para celebrar la fiesta de santa Teresa de Calcuta, canonizada el domingo por el Papa Francisco. Dirigiéndose especialmente a las misioneras de la Caridad presentes en el templo, quienes no pudieron acudir a Roma para celebrar el ascenso a los altares de su fundadora, y a una representación de las personas que estas acompañan en Madrid, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha recordado que madre Teresa fue «portavoz del grito más necesario para los hombres de parte de Dios: ?Amaos los unos a otros?».
«Nos dice con su vida y con sus obras que lo que más necesita el hombre es amar y ser amado» y al hacerlo cambiaba a todos los que se acercaban a ella, «sin distinción de ningún tipo». Nos mostró que «el amor es entrega, sangre derramada, paciencia, sonrisa, compañía, escucha, comprensión», palabras que «tantas veces ella utilizó» y encarnó «sin ningún límite».
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Según ha incidido el prelado, madre Teresa se convirtió en «profeta del siglo XXI» al advertir de que «las fronteras, la división, los motivos de enfrentamiento, no son más que la consecuencia de que el hombre ha abandonado a Dios» y mostrar precisamente el rostro de este en su trabajo diario y el de la congregación que impulsó. «No hay alternativa a la caridad. Lo hemos escuchado en el Evangelio que hemos proclamado ?dedicado a las obras de misericordia?, nuestra vocación de discípulos de Cristo es la caridad», ha abundado monseñor Osoro.
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Por su parte, una misionera de la Caridad ha agradecido al arzobispo y a los numerosos asistentes a la celebración que hayan compartido con ellas la «alegría» que sienten tras la canonización de su fundadora. «Dejemos que el amor de Jesús posea nuestros corazones como a ella», ha aseverado.
Han concelebrado el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río; el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo; un consejero de la Nunciatura en representación del nuncio de Su Santidad en España; varios vicarios episcopales y numerosos presbíteros.
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«Si cada uno aportamos lo mejor que tenemos para el servicio de Dios y de los hombres, esta sociedad cambia y será distinta»
En términos similares a los empleados por monseñor Osoro, hace unos días, en una entrevista en el programa El Espejo de la Cadena COPE, el coordinador del Movimiento Corpus Christi para sacerdotes en España, delegado diocesano de Misiones y capellán de las Misioneras de la Caridad en Madrid, José Mª Calderón, subrayó que «para la madre Teresa mucho más pobre que el que no tiene pan, es el que ha perdido el amor, y por lo tanto la misericordia es devolverle esa dignidad».